Vicente Francisco Torres

El progreso científico, qué duda cabe, es portador de buenas noticias para la salud y el bienestar de los seres humanos. Claro, de los que tienen acceso a servicios y medicamentos de punta, caros y difíciles de adquirir. El resto, es decir, la mayoría, debe seguir soñando que vive tranquilo con el Seguro Popular, otra de las grandes imposturas del actual sexenio, hasta que un accidente o una enfermedad los lleven a las atestadas salas de espera de los sanatorios y hospitales que no recibieron presupuesto para modernizar o ampliar su capacidad. ¡No tienen recursos para atender a los miles de ilusos, víctimas de los comerciales del gobierno que pregona que la salud está al alcance de todos los mexicanos!.

El correo electrónico, esa maravilla que nos comunica instantáneamente de un lado a otro del mundo, que nos permite ver el rostro y escuchar la voz de nuestros seres queridos, ha tenido también su contraparte. La gente casi ya no escribe cartas y en el futuro será poco probable que contemos con la correspondencia de grandes personalidades que nos revelaban sus pensamientos más íntimos o reveladores en sus misivas de papel, sobre y timbre. Bueno, y si ya no habrá cartas, tampoco se consumirán las estampillas postales, que fueron la gloria de coleccionistas y testimonio de efemérides vestidas casi siempre de galas artísticas.

De ahí que sea un bello testimonio nostálgico el libro Eva. La mujer en el timbre postal (2010), que editó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como parte de los festejos del bicentenario de la Independencia.

Sí, el papel protagónico de las mujeres es hoy en día uno de nuestros signos de progreso, aunque las imágenes reunidas nos hablan del respeto y la admiración que, desde hace décadas, han inspirado muchas mujeres a sus pueblos. Aquí encontramos a Sor Juana Inés de la Cruz, Emilia Pardo Bazán, María Zambrano, Emily Dickinson, Gabriela Mistral, Hellen keller, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Louisa May Alcott, Rosalía de Castro y Ángela Peralta.

Los paisajes y las obras de arte ocuparon siempre un papel relevante en la filatelia. En este volumen se agregan personajes históricos (la Reina Isabel, Leona Vicario, Margarita Maza de Juárez, Nefertiti, Flora Tristán), actrices y cantantes (Lola Flores, María Félix, Dolores del Río), campañas de salud y de cultura, homenajes a maestras rurales, trabajadoras (tejedoras, vendedoras, lavanderas, astronautas, voluntarias de hospital, pilotos, maquinistas, tractoristas, campesinas, científicas, mecanógrafas), representantes de distintos grupos étnicos, escenas literarias protagonizadas por mujeres, trajes regionales y, para cerrar con broche de oro, un célebre personaje de historieta, Borola Tacuche, creada por don Gabriel Vargas, amo y señor de la familia Burrón.

Este conjunto de sellos no sólo constituye un homenaje, sino una muestra de las capacidades femeninas y de los actos que han llevado a cabo para conseguir el lugar que actualmente tienen y siguen consolidando.