“Nuestras esperanzas son altas. Nuestra fe en la gente es grande. Nuestro coraje es fuerte. Y nuestros sueños para este hermoso país nunca morirán”.

Pierre Elliott Trudeau, ex primer ministro de Canadá.

Juan Pablo Aguirre Quezada

Quebec es una provincia canadiense que alberga poco menos de la cuarta parte de la población del país en cerca de 15% del total de su territorio. Canadá es un país bilingüe debido a los antecedentes coloniales de los asentamientos ingleses y franceses de los siglos XVII y XVIII. En 1867 se conformó como Confederación con la integración de tres provincias con habitantes de habla inglesa y Quebec francófona. El Estatuto de Westminster de 1931 fortaleció la soberanía canadiense respecto de la Gran Bretaña, y en 1969 fue aprobado el uso de los dos idiomas de forma oficial. Sin embargo, la provincia de Quebec desarrolló una identidad y cultura propios. Asimismo la ciudad de Montreal tuvo un crecimiento importante durante el siglo XX y que le permitió ser sede de la Exposición Mundial de 1967 (coincidente con el centenario de la vida independiente en Canadá) y los Juegos Olímpicos de 1976 y ser la ciudad más poblada del país hasta inicios del siglo XXI en que fue superada por Toronto. Cabe destacar que además de la influencia francesa en Quebec, actualmente existe una dependencia de este país europeo en la América del norte, el caso de Saint Pierre et Miquelon, un archipiélago con poco más de 7 mil habitantes.

No obstante durante la década de los sesentas del siglo XX esta provincia tuvo un sentimiento nacionalista en busca de una mayor autonomía. Entre sus principales logros en esta época está la “Revolución Tranquila” que permitió el triunfo del Partido Liberal de Quebec (PLQ) en los comicios locales. Las consecuencias de esta administración fue una fuerte inversión gubernamental en las actividades económicas. Sin embargo, el surgimiento del Frente de Liberación de Quebec busco la independencia de Canadá y desestabilizar al gobierno autónomo mediante el uso de la violencia.

La llegada del Partido Quebequense al gobierno en 1976 permitió reactivar el tema de una posible escisión de la provincia y en 1980 se celebró un referéndum para establecer la independencia política de Quebec con una asociación económica con Canadá. El resultado fue una derrota para los independentistas con un porcentaje cercano a 40% para el sí. Pese a ello, los intentos de soberanía continuaron debido a los esfuerzos del gobierno canadiense de mantener su soberanía en la década de los ochentas, situación que homogeneizaba a los quebequenses con el resto de las provincias.

El segundo referéndum en búsqueda de la independencia de Quebec se celebró en 1995 con un fuerte apoyo del partido político Bloque Québécois. El llamado a las urnas contó con una participación ciudadana de 93.5% y el no volvió a ganar con un apretado 50.6% frente a un 49.4% del sí. Posterior a este proceso Quebec tuvo ciertas complicaciones en el orden financiero y competitivo, ejemplo de ello es que la región de Toronto tuvo un mayor desarrollo económico respecto a Quebec, y que en número de habitantes dicha ciudad angloparlante rebasó a Montreal. Además, esta urbe se endeudo por cerca de treinta años en diversos gastos derivados de la celebración de los juegos olímpicos de 1976, lo que supuso uno de los mayores fracasos financieros internacionales en la celebración de este certamen.

Si bien en los últimos años Quebec logró ciertos reconocimientos de autonomía como en 2006 que el Congreso Canadiense reconoció a la demarcación como una nación con afinidad cultural y social dentro de Canadá, la realización de un nuevo referéndum aún no queda claro. Por una parte los independentistas lograron una victoria electoral en los comicios de 2012, por lo que al obtener la mayoría en el parlamento local la ex Primera Ministra de Quebec, Pauline Marois, planteó la posibilidad de realizar un nuevo llamado a las urnas para decidir nuevamente la opción de una independencia. Sin embargo, en los comicios de 2014 el Partido Liberal obtuvo una contundente victoria, por lo que el Congreso tiene una mayoría favorable a la permanencia de la unión nacional, y Philippe Couillard es el nuevo primer ministro de Quebec.

El último resultado electoral aleja de momento la celebración de un referéndum para la independencia de esta provincia. Cabe destacar que en caso de una eventual independencia Quebec no formaría parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) ya que el documento es firmado por Canadá. Otra desventaja es que en los últimos años el crecimiento del Producto Interno Bruto per Cápita en Quebec fue menor que en otras provincias como Alberta, Manitoba, Saskatchewan, Ontario, Columbia Británica o la Isla del Príncipe Eduardo. Las condiciones actuales no permiten visualizar una posibilidad de independencia para dicha demarcación en un futuro próximo.