Lo que comenzó como una broma, con una película de Hollywood que refiere al joven dictador de Corea del Norte, desató una “ciberguerra” de dimensiones nucleares.

En plena crisis por el “ciberataque” que ha obligado a la productora Sony a cancelar el estreno de su comedia “The interview” (“La entrevista”), que narra un complot para matar a Kim Jong-un, Corea del Sur decretó este martes la posibilidad de filtrarse en internet información de dos de sus cuatro centrales nucleares.

Según la agencia de noticias Yonhap, la presidenta Park Geun-hye reconoció que se trata de “un grave incidente que no debería haber ocurrido” y ordenó “comprobar los preparativos contra actos de ‘ciberterrorismo’ en las instalaciones clave de nuestro país, incluyendo las plantas atómicas”.

Pyongyang tiene 1mil 800 hackers y 4 mil 200 simpatizantes por todo el mundo, pero, poco después de declarar la alerta, un pirata informático volvió a difundir en su cuenta de Twitter cuatro archivos más de estas centrales y unos dibujos que podrían ser sus planos.

Burlando los controles de seguridad, era la quinta filtración en una semana que sufrían las plantas de Gori y Wolsong, operadas por la empresa estatal Korea Hydro & Nuclear Power.

A pesar de este evidente fallo, que ha revelado incluso datos personales de sus 10 mil empleados, la compañía insistió en que las plantas atómicas no sufrían ningún riesgo porque no se había robado información crítica para su funcionamiento.

Para evitar que esto ocurra, el Ejército de Corea del Sur reforzará su departamento de “ciberoperaciones” con un nuevo equipo que estará bajo la supervisión del Estado Mayor y pasará de 600 a mil programadores.

“La ‘ciberguerra’ ya es real, no virtual”, declaró a Yonhap uno de sus oficiales, quien anunció que Corea del Sur pasará a la ofensiva para detener futuros ataques.

Hasta septiembre, este país reportó mil 200 intentos de “hackeo”, frente a los 595 del año anterior. Seúl sospecha que detrás de dichos “ciberataques” se encuentra el régimen norcoreano, que tiene una división denominada Oficina 121 con mil 800 “hackers” y 4 mil 200 simpatizantes repartidos por todo el mundo.

Ese departamento vuelve a Corea del Norte invulnerable, ya que su mínima red de internet, a la que sólo tiene acceso un puñado de funcionarios del régimen, se bloqueó más de diez horas durante la madrugada del lunes al martes.

Sus principales páginas web, como la de la agencia de noticias KCNA y la del periódico Rodong Sinmun, se cayeron hasta el mediodía, pero aún no se sabe si fue un fallo técnico o la “respuesta proporcionada” que anunció Obama como represalia por el “ciberataque” a Sony.

Mientras tanto, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU discutían la violación de derechos humanos en Corea del Norte en otro de los frentes que tiene abiertos el régimen estalinista de Pyongyang.

Información de ABC España