El presidente italiano Giorgio Napolitano, de 89 años, firmó este miércoles su dimisión que había anunciado desde el 31 de diciembre pasado en su mensaje de fin de año. El veterano líder, reelegido en 2013 para tratar de aliviar los desacuerdos políticos en el Parlamento, firmó, antes de recibir un homenaje, tres cartas que tendrán que refrendar el primer ministro, Matteo Renzi, el presidente del Senado, Piero Grasso, y la presidenta de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini.

Grasso es quien asumirá el cargo de presidente en funciones, mientras se elige un sucesor, que tendrá que ser votado antes de los próximos quince días en el Parlamento, según contempla la Constitución italiana.

Todavía no hay candidatos claros para el puesto, afirmó por la mañana Deborah Serracchiani, vicesecretaria del Partido Democrático, que lidera Renzi; el objetivo del Gobierno, aseguró, es el de “alcanzar un acuerdo en la cuarta o quinta votación”.

Lograr un consenso suficiente fue lo que llevó a los partidos políticos de la Cámara en 2013 a pedir a Napolitano que siguiera en el puesto.

“Estoy feliz de volver a casa”, expresó, por su parte, Napolitano (Nápoles, 1925), que volvió a referirse a las “limitaciones y las dificultades” a las que se enfrenta por su edad.

Napolitano, primer presidente reelegido del país, dejará junto a su esposa Clio el palacio del Quirinale para volver a su casa familiar del barrio romano de Monti.

Está previsto que este sábado se celebre una fiesta en la plaza Madonna dei Monti para celebrar la vuelta a casa de Napolitano, mientras el primer ministro italiano, Matteo Renzi, que ha convocado una reunión de urgencia del Consejo de Ministros.

La firma de su dimisión tuvo lugar esta mañana y se hizo pública después de que Renzi interviniera este martes ante el pleno del Parlamento Europeo para dar por terminada la presidencia de turno italiana de la Unión Europea (UE).

La suya ha sido una vida entregada a la política: en 1942 fundó un grupo comunista y antifascista que, durante la Segunda Guerra Mundial, tomó parte en numerosas acciones contra los nazis.

Napolitano sustituyó a Carlo Azeglio Ciampi el 10 de mayo de 2006 y fue de nuevo elegido el 20 de abril de 2013 después de que los partidos políticos fueran incapaces de alcanzar el suficiente consenso para decidir un sucesor.

 Entre gritos y aplausos se retira

Aplausos y gritos inundaron la plaza en la que está el palacio presidencial del Quirinal y despidieron al que pasará a la historia por ser el primer presidente reelegido del país.

Decenas de personas rodearon desde primera hora de la mañana la fachada de este palacio romano y aguardaron la salida de Napolitano, que se produjo a las 12:05 horas.

Con el semblante emocionado, el ahora presidente emérito decidió saludar a los que se concentraban frente a la llamada “La casa de los italianos” con la mano por fuera de la ventanilla del coche.

Pero antes, en el interior de la sede de la Presidencia de la República italiana, recibió con su mujer, Clio Bittoni, reverencias de honor que le dio su adiós y de fondo el himno nacional.

La bandera italiana se arrió en la fachada del Quirinal y solo volverá a alzarse cuando se haya nombrado al próximo presidente italiano.

Los mensajes de despedida por parte de miembros del Gobierno y de la oposición han sido manifestados a lo largo de la mañana.

Renzi le dedicó un “#GraciasPresidente” en su perfil de Twitter, mientras que la ministra de Educación, Stefania Giannini, escribió en la misma red social: “Napolitano, gran figura de referencia para el país. Continuaremos con sus esfuerzos en favor de la educación, la investigación y la universidad”.

Boldrini también expresó, en una misiva, su gratitud “por el servicio que ha prestado al país” y destacó, a nivel personal, el apoyo que Napolitano le ha “ofrecido constantemente”, y se convirtió en un “sólido y fundamental punto de referencia” en su vida.

Más crítico fue, sin embargo, el líder del partido conservador Liga Norte, Matteo Salvini, quien escribió en Twitter “último día de #Napolitano en el Quirinale, no lloro!”.

Una frase en línea con el mensaje publicado por los miembros de la formación liderada por el cómico Beppe Grillo, el Movimiento 5 Estrellas, Andrea Cecconi y Alberto Airola, afirmaron que “Napolitano ha sido, por desgracia, uno de los peores presidentes de la República” italiana.

Información de El País España y Excélsior