La policía francesa, que desplegó un gran operativo, logró someter al hombre que tomó rehenes en una oficina postal, armado con un Kalashnikov.

Medios franceses reportaron previamente que un hombre que portaba armas militares tomó a un número no confirmado de rehenes en la oficina de correos de la localidad de Colombes, a poca distancia de la capital francesa.

“No puedo confirmar o negar que este hecho esté vinculado aun acto de terrorismo”, dijo el funcionario y evitó dar más detalles.

Tras citar a dos fuentes que no identificó, el canal BFM TV dijo que la toma de rehenes no había sido vinculada con un acto terrorista.

De acuerdo con la televisora privada BFMTV, el hombre se habría rendido sin resistencia luego de mantener negociaciones con agentes de policía, que se encuentra analizando el contenido de una mochila que portaba; en la operación no se habrían registrado disparos.

Al inicio del asalto, esta mañana pasado el mediodía local, se informó que el hombre estaba armado con un gran arsenal pero de acuerdo con nuevos reportes sólo portaría un arma y podría ser falsa.

Ochenta agentes y un helicóptero se habían desplazado a la zona.

El detenido, de 31 años de edad, cuya identidad no fue revelada, tenía antecedentes penales y estaría perturbado.

Europa contra el yihadismo

Europa emprendió una ofensiva contra el yihadismo, luego de la muerte, este jueves, de dos sospechosos en Bélgica y la detención este viernes de decenas más en este país, en Francia y en Alemania, una semana después de los atentados en París.

Los responsables europeos temen que los jóvenes que parten a zonas en conflicto, principalmente a Siria e Irak, para unirse a grupo radicales, entrenarse y combatir, regresen luego al continente para cometer ataques.

En París, donde recibió al secretario de Estado de Norteamérica, John Kerry, el presidente francés François Hollande pidió una respuesta “colectiva” y “firme” contra el “terrorismo”.

En el marco de la investigación en Francia por los ataques de la semana pasada, en los que murieron 17 personas, así como los tres atacantes, la policía detuvo a doce personas en diferentes redadas de la región de París.

“Estas detenciones muestran la determinación del Estado. (…) El Estado quiere actuar de manera implacable, para dar con todos los que pueden ser cómplices de esos atentados bárbaros”, dijo el primer ministro francés Manuel Valls.

Los arrestos se hicieron en la zona sur de París, que incluye el barrio de Montrouge, donde murió una joven policía en un ataque relacionado con un supuesto “apoyo logístico” para los tiroteos, dijo un oficial.

Han surgido numerosas alertas de seguridad falsas en la ciudad desde los ataques.

Contra célula terrorista

En Bélgica, que se encuentra en estado de alerta, las autoridades hicieron 12 registros y detuvieron a 13 personas para “desmantelar una célula terrorista y su apoyo logístico” que se preparaba a “matar policías en la vía pública”, anunció este viernes la fiscalía federal.

La mayoría de los registros tuvieron lugar en Bruselas y en Molenbeek, un barrio popular de la capital belga.

Una de las operaciones se llevó a cabo en Verviers, una ciudad del este de Bélgica cerca de la frontera con Alemania; terminó el jueves por la tarde con un saldo de dos sospechosos muertos y uno herido.

La policía se incautó de fusiles kalashnikov, explosivos, armas cortas, municiones, celulares y material de radiocomunicación así como uniformes de policía: Werts precisó que los sospechosos iban a pasar al acto “en un máximo de unos días”.

Las autoridades tenían informaciones sobre un “atentado inminente” de gran escala por un grupo de personas, “algunas de las cuales regresaban de Siria”, precisó el magistrado Eric Van der Sijpt.

Más de 3 mil jóvenes europeos partieron a combatir a Siria, según los expertos, y un 30 por ciento regresó a Europa.

“La operación permitió asestar un golpe importante al terrorismo en Bélgica”, agregó Van der Sijpt. El gobierno del primer ministro belga, Charles Michel, elevó el nivel de alerta a 3 de una escala de 4.

En algunas ciudades belgas, los policías fueron autorizados a regresar a sus domicilios con sus armas de servicio, y todos los agentes desplegados en la calle tienen la obligación de patrullar armados y con chalecos antibalas.

La seguridad se reforzó en las instituciones públicas, como la sede de la Comisión Europea, y las principales escuelas judías de Amberes (norte) y de Bruselas cancelaron sus cursos este viernes.

El primer ministro belga pidió el despliegue de unidades del ejército y la creación de sectores especiales en las prisiones para “aislar” a los detenidos radicalizados.

Funerales en París

En Francia, este viernes fue enterrado Charb, el director de la revista Charlie Hebdo, que murió junto a otras 12 personas en el ataque del 7 de enero.

Familiares, amigos y colegas supervivientes de la revista, las ministras de Educación, Justicia y Cultura, la alcaldesa de París, numerosos políticos y cientos de ciudadanos anónimos deseosos de rendirle un último homenaje acudieron a la ciudad de Pontoise, al oeste de París.

También asistieron al acto el alcalde de Pontoise y diferentes líderes de la izquierda francesa, entre ellos Jean-Luc Mélenchon.

En París, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, expresó la solidaridad de Estados Unidos con Francia con un largo abrazo con el presidente francés y un recorrido simbólico por los lugares de los atentados de la semana pasada.

“Compartimos el dolor del pueblo francés”, dijo, saludando el “sentido de la unidad” del pueblo francés.

John Kerry se reunió después con su homólogo francés, Laurent Fabius, y ambos recorrieron los lugares de los atentados en París, depositando ofrendas florales en el supermercado kósher y en la sede del semanario Charlie Hebdo.

Los restos mortales del periodista, uno de los más grandes caricaturistas franceses, junto con sus otros cuatro colegas dibujantes asesinados, penetraron en el Halle Saint-Martin escoltados por la Internacional, convertida en triste canto fúnebre, según imágenes retransmitidas por televisión.

A hombros de sus familiares, el féretro de “Charb” tomó el camino del cementerio al son de una fanfarria que acompañó igualmente las últimas palabras de su amigo y colaborador Patrick Pelloux, quien cerró la ceremonia sin poder al final evitar el llanto.

El también médico de urgencias, uno de los primeros en llegar a la sede de Charlie Hebdo tras la masacre, no olvidó a las otras víctimas asesinadas después en París y sus alrededores: cuatro clientes de un comercio judío y una policía municipal.

Previamente, Renald Luzier, “Luz”, autor de la última y nuevamente polémica portada del semanario, expresó su deseo de que surjan nuevos “Cabu”, Wolinski, “Tignous”, Honoré, y bromeó imaginando las caricaturas que su amigo habría creado para sus entierros.

“Charb”, nacido en 1971 en Conflans-Sainte-Honorine, al noroeste de París, fue inhumado después del acto fúnebre.

También este viernes, París se despide del gran caricaturista Philippe Honoré, más conocido como “Honoré”, y del corrector de pruebas de origen argelino Mustapha Ourrad.

Información de Excélsior y La Jornada