Alexander Serikov

Fue a principios del mes de junio cuando la Comisión global de la ONU sobre la evaluación de la lucha antidrogas integrada, entre otras personalidades, por el ex Secretario General de esta organización mundial Kofi Annan, los ex presidentes de México, Colombia y Brasil, así como por el escritor peruano premio Nóbel de literatura  Mario Vargas Llosa, constataron el fracaso  en la lucha contra la narcomafia y recomendaron a los gobiernos del mundo legalizar algunas drogas livianas, en primer lugar la marihuana. Conforme a los datos del documento de 24 páginas, “la lucha contra las drogas ha fracasado y la humanidad se tropezó con las consecuencias destructivas de esta lucha”. También dice este documento que “los políticos y personalidades públicas deben demostrar la hombría para formular públicamente lo que muchos de ellos reconocen personalmente: la mayoría de pruebas indica que la estrategia represiva  no resuelve los problemas de las drogas y que la lucha contra ellas no puede triunfar”. Es por ello que la mencionada Comisión llamó a suavizar la política de la lucha contra los narcóticos lo que causaría, según su opinión, la reducción de la criminalidad, mejoramiento de la salud y ayudaría al desarrollo económico.

Cabe recordar que en el mundo cerca de doscientos cincuenta millones de personas consumen drogas, cerca de diez millones son adictos a estas y millones se dedican a la producción y tráfico ilegal de estupefacientes.

Las llamadas “drogas livianas”, según la clasificación que no es jurídica, incluyen además de cannabis conocido vulgarmente como marihuana, también hongos alucinógenos, codeína y algunos tranquilizantes. Pero todas las drogas – livianas o pesadas – son drogas, y el dividirlas así lo inventaron los mismos narcotraficantes para tranquilizar a la opinión pública. Y lograron ciertos éxitos. Varios gobiernos del mundo ya piensan en legalizar los narcóticos, tales como el de Israel, donde la comisión nacional de la lucha contra los narcóticos propone hacer caso al llamamiento de la ONU y legalizar la marihuana. Mientras tanto en Rusia, por ejemplo, el fondo independiente Opinión Pública realizó una encuesta que dio como resultado que el 81 por ciento de los rusos no aceptan la idea de legalizar las drogas livianas. Llama la atención que el 77 por ciento de personas que en cierta ocasión consumieron drogas livianas, están en contra de esta idea. De acuerdo a la opinión del científico ruso doctor en ciencias jurídicas Yury Golik, la legalización de los narcóticos causaría en una primera etapa el aumento de los drogadictos en el mundo. Y como consecuencia – el crecimiento general de la criminalidad ya que será necesario conseguir dinero para comprarlos a como de lugar. El 90 por ciento de personas que comiencen a consumir drogas livianas, con el tiempo se verían obligadas  a consumir los narcóticos más pesados simplemente porque así exige la fisiología del cuerpo humano. Esto quiere decir que comenzaría a crecer el tráfico de drogas lo que es el objetivo principal de la narcomafia.

Las conclusiones de la ya mencionada Comisión global de la ONU sobre la política de la lucha antidrogas fueron fuertemente criticadas por los gobierno de Estados Unidos, México y Rusia, entre otros. El jefe del organismo del Estado en Rusia Gosnarcocontrol Víctor Ivanov acusó a la Comisión global de la ONU de haber realizado la propaganda de los narcóticos. Tenemos que darnos cuenta, dijo el estadista ruso, que lo que propone la ONU es una acción global de la propaganda de las drogas. Esta acción tiene que ver con las gigantescas ganancias que se evalúan en unos 800 mil millones de dólares. El presidente de la Duma, parlamento ruso Boris Gryzlov dijo que si el 5 por ciento de la población de un país consume estupefacientes, esto amenaza a la integridad del fondo genético de la nación. En Rusia, donde existen de 2.5 a 6 millones de drogadictos, tal amenaza es muy latente. Es por ello que el parlamentario ruso opina que  a los cabecillas de la narcomafia hay que equipararlos con los asesinos en serie y castigarlos con  cadena perpetua. El ministerio de Justicia ruso propone estudiar la posibilidad de castigar penalmente también a los consumidores de drogas.