GARBANZOS DE A LIBRO
Marco Aurelio Carballo
Un grupo de periodistas y escritores opinó de la trayectoria de Julio Scherer García (1926-2015), fallecido a los 88 años de edad, que hizo de Excélsior uno de los 10 mejores diarios del mundo, publicó una veintena de libros, y quien se soñaba cazador de especies inauditas: las exclusivas de 8 columnas.
Tras haber sido expulsado de Excélsior, debido a un golpe orquestado por el gobierno echeverrista, Scherer García y su equipo aceptaron las oficinas que les ofreció el director de Siempre!, José Pagés Llergo, para que editaran la revista Proceso, dirigida ahora por Rafael Rodríguez Castañeda.
Entre otros, opinaron:
Elena Poniatowska, periodista y escritora: “Proceso era el dique contra la corrupción gubernamental. Como vivimos en el país de la total impunidad, algo queda: la denuncia”.
Guadalupe Loaeza, periodista y escritora: “Don Julio Scherer García tuvo una actitud valiente y digna. Gracias a esa actitud, Excélsior se convirtió en los años 60 en un medio libre y crítico. Era cuando el gobierno presionaba a la prensa diciendo que no había papel, pues PIPSA, la paraestatal, lo vendía. Su gran vocación fue la de reportero, buscar los datos, la verdad. Antes los periódicos publicaban inserciones del gobierno y repetían las declaraciones del presidente y sus secretarios. En tiempos de Díaz Ordaz, como fue el único diario que dio cobertura a los hechos de Tlatelolco, el presidente comenzó a asediar a don Julio y a no recibirlo. Hicieron una asamblea amañada y los cooperativistas lo destituyeron como director en 1976”.
Rogelio Naranjo, caricaturista: “Scherer me ofreció Proceso como mi casa y dijo: «tienes absoluta libertad, pero debes tener criterio y no desperdiciarla». Limpió el periodismo. Antes era la corrupción total y estaríamos a años luz sin él”.
Enrique Krauze, historiador: “Nadie como él exhibió la corrupción política. Insobornable, romántico, sentimental, lúcido y penetrante, iracundo y justiciero, amigo entrañable”.
Ignacio Solares, escritor: “Un hombre discreto”.
En uno de sus libros —Vivir, México, Grijalbo, 2012— Scherer escribe: “Me vi trastornado cuando publicaron mi primera nota. Me soñé cazador de especies inauditas, las exclusivas, a ocho columnas. No soy intelectual ni aspiro a la erudición. Existo a partir de los sentidos, no de mi inteligencia”.
También dijo: “Si el diablo me ofrece una entrevista voy a los infiernos”.