Como ya se esperaba a lo largo de la campaña, los griegos respaldaron en las la formación izquierdista Syriza que, sin embargo, se ha quedado en 149 escaños, a dos de la mayoría absoluta; de los posibles aliados, Syriza ha elegido al partido de la derecha nacionalista Griegos Independientes (ANEL), la fuerza que más se acerca a sus tesis en lo referente a la deuda o al diálogo con la troika.
El líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha tomado posesión de su cargo como primer ministro poco después 2.30 hora local y ha asegurado que servirá “a Grecia y al interés del pueblo griego”.
El ya primer ministro se ha reunido al mediodía con el arzobispo de Atenas y líder de la Iglesia de Grecia, Ieronimos, al que comunicó que no prestará juramento religioso; con lo que se convierte en el primer jefe de Gobierno griego que prescinde de este ritual.
Para este martes está previsto el juramento del equipo de Gobierno, que probablemente será más reducido que el actual, Syriza había anunciado previamente reducir de 18 a 10 el número de ministerios.
El presidente de Francia, François Hollande, ha hablado con Tsipras este lunes y extendió una invitación a visitar París lo antes posible, informó el Elíseo en un comunicado; Hollande expresó su deseo de ayudar a Grecia a “volver a la estabilidad y el crecimiento” y que Francia “permanecerá junto a Atenas durante este importante periodo para su futuro”.
Griegos Independientes en apoyo
A las 10.30 horas de Madrid, una hora más en Atenas, Panos Kamenos, presidente de ANEL, anunciaba este lunes que “a partir de este momento hay gobierno” en Grecia tras sentarse a negociar con Tsipras, a las 9.30, poco después de que este recibiera el mandato de formar ejecutivo del presidente de la República, Károlos Papulias.
“Los Griegos independientes ofrecerán su voto de confianza al Gobierno”, ha ratificado Kamenos, que aprovechó su minuto de discurso para robárselo a Tsipras, a quien corresponde en realidad hacer oficial el acuerdo; “hoy Alexis Tsipras visitará al presidente y anunciará el Gobierno”, aregó Kamenos, quien fue diputado de la hasta ahora gobernante Nueva Democracia.
Los medios griegos ya informaban a primera hora de la mañana a un inminente anuncio de un gobierno de colaboración entre Syriza y ANEL, que ha quedado en sexto lugar en los comicios con un 4,75 por ciento y 13 escaños, e incluso estaban ya publicando la composición del ejecutivo.
Los mismos medios otorgan a nombres claves de Syriza, entre ellos los principales asesores del equipo económico de Tsipras, un especial protagonismo en ese futuro gobierno.
En su breve comparecencia, Kamenos ha subrayado que “el objetivo” del nuevo Ejecutivo es que los griegos avancen “unidos para recobrar la soberanía nacional”.
Este domingo por la noche, sí fue más explícito en sus primeras declaraciones tras conocer los resultados, Kamenos dijo que su formación ayudaría a que se establezca “una nueva realidad social y política por el bien del país, la nación y el pueblo griego”.
“Contacté con Tsipras, le felicité por su victoria y le dije que Griegos Independientes, tal y como hemos dicho desde el primer momento, apoyará un cambio en la escena política de nuestro país, en base a los principios que hemos expresado públicamente”.
En este sentido, defendió que “ha llegado el momento de reconstruir lo que fue destruido a través de memorándums (con la Unión Europea) y de liberar a Grecia de las cadenas de la subyugación”.
También estaba previsto que Tsipras se entrevistara a lo largo del día con el líder de la nueva formación centrista To Potami (El Río), el conocido ex presentador televisivo Stavros Zeodorakis, así como con el presidente del partido comunista KKE, Dimitris Kutsumbas; To Potami es el cuarto partido más votado con un 6,05 por ciento y 17 escaños, mientras que el KKE es el quinto, con 5,47 por ciento y 15 escaños.
El acuerdo con To Potami, partido creado en marzo, se antojaba complicado, ya que es liberal en lo económico, defensor de los compromisos suscritos con la troika, proeuropeo confeso y con un cuerpo electoral formado por profesionales liberales y acomodada clase media urbana; por su parte, el KKE, el único aliado natural —ideológicamente hablando— de Syriza, estaba muy lejos de una posible colaboración.
En las instancias administrativas donde coinciden —por ejemplo, la región del Ática—, “se da el caso de que los comunistas votan en blanco propuestas de Syriza, aunque admitan coincidir en el fondo con las mismas”, explican desde el Gobierno regional. El KKE lleva años enrocado en su papel de oposición, desde donde defiende salir de la Unión Europea y la OTAN.
Los conservadores de Nueva Democracia, el partido del primer ministro en funciones Andonis Samarás, son la segunda fuerza política con un 27,81 por ciento de los votos, lo que supone 76 escaños, mientras que el tercer lugar lo ocupan los neonazis de Aurora Dorada (AD), con un 6,28 por ciento de los sufragios y 17 escaños.
El tercer lugar de AD abría un escenario inquietante aunque remoto, ya que, si Syriza no lograba obtener cerca de los 151 escaños que le darían la mayoría absoluta, aunque precaria, y los dos primeros partidos no conseguían formar Gobierno, el mandato recaería en los neonazis, una formación abiertamente antisistema y con su cúpula directiva en la cárcel por asociación criminal. Una colaboración con Syriza de AD, que da la espalda a Europa, estaba de antemano descartada.
Como último clasificado, queda el hasta ahora cogubernamental Pasok (socialdemócratas), del viceprimer ministro en funciones, Evángelos Venizelos, con un 4,68 por ciento de los votos, 13 escaños.
El Movimiento de los Socialistas Democráticos del ex primer ministro Yorgos Papandreu (2,4 por ciento) no logra representación parlamentaria al no superar el 3 por ciento mínimo exigido, con lo que en el nuevo Parlamento se sentarán siete partidos; el diálogo con el Pasok es imposible por las diferencias irreconciliables entre quien ha suscrito dos rescates (Pasok) y quien defiende abandonar inmediatamente el segundo (Syriza).
Nueva Democracia y el Pasok han convocado a reuniones extraordinarias de sus ejecutivas para analizar los desfavorables resultados electorales. Samarás admitió anoche la derrota —“no estoy feliz”, confesó— y que su formación sólo ha perdido dos puntos con respecto a 2012, “tras dos años y medio de gobierno en los que hemos sentado las bases del desarrollo económico y superado la recesión”, unos logros que “deben ser confirmados” por el nuevo Gabinete.
Por su parte, Venizelos acusó al partido de Papandreu de restarle los votos necesarios “para haber sido el tercer partido” como era su deseo, y reclamó una mayoría amplia para gobernar.
Felicitaciones y reproches
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, envió un telegrama al nuevo primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, en el que le felicitó de su victoria electoral y le invitó a comprometerse con “el proyecto de integración europea”.
Al mismo tiempo, pero desde Bruselas, el vocero del Partido Popular en la Eurocámara, Esteban González Pons, le exigió al nuevo gobierno griego que pague la deuda que tiene con el Estado español, que supera los 26 mil millones de euros.
Rajoy, que en la noche electoral no se pronunció ni emitió comunicado, espero hasta la mañana de hoy para enviar el telegrama de felicitación al nuevo mandatario griego.
“Quisiera felicitarle por la victoria de Syriza en las elecciones generales griegas de ayer, 25 de enero. También quiero felicitar, a través de usted, al pueblo griego por haber ejercido una vez más el derecho de elegir a sus dirigentes de forma libre y democrática que les garantiza la Constitución. Espero que el resultado electoral resulte en la formación de un gobierno estable y comprometido con el proyecto de integración europea que compartimos Grecia y España. Estoy convencido de que ése es el camino que nos conducirá al crecimiento, la prosperidad, el empleo y a garantizar el bienestar de nuestros ciudadanos”, señaló el mandatario español en su mensaje; Rajoy viajó a Grecia el 13 de enero para apoyar al candidato de Nueva Democracia, Andonis Samaras.
El mensaje diplomático de Rajoy contrastó con el de la Eurocámara por el vocero del PP, quien advirtió al nuevo mandatario griego que “los españoles les prestamos 26 mil millones, y yo no soy partidario de perdonárselos; que nos los devuelvan, porque nosotros también los necesitamos”, además de afirmar que desde su formación están “preocupados” por la victoria de la “extrema izquierda” y de que “si Grecia sale del euro será la ruina de Grecia, pero el euro no sufrirá. Pero si entramos en el juego de la quita a la deuda griega, abrimos la puerta al fin de la Unión Europea”.
Mientras, desde la formación emergente de Podemos, su líder, Pablo Iglesias, dio una rueda de prensa en la que también analizó los resultados electorales griegos en clave interna, al sostener que “nos espera un año muy difícil, vamos a tener que trabajar partido a partido, con un contexto distinto al griego”.
Asimismo, señaló que la victoria de Syriza es la demostración del fracaso de las políticas de austeridad impuestas por las instituciones centrales europeas, “que han sido mucho más agresivas en Grecia que en España, un país que es la cuarta economía de la UE y al que no se le puede amenazar como si han hecho con Grecia”.
Iglesias reiteró su mensaje de que empieza la cuenta atrás para desalojar del poder al gobierno del PP y terminar con lo que ellos llaman el “régimen de la casta”, en la que incluyen al PP, al Partido Socialista Obrero Español y hasta Izquierda Unida (IU), “les lanzo el mismo mensaje que ayer. Tic, tac, tic, tac… Comienza la cuenta atrás para el gobierno de Rajoy”, dijo el líder español.
Información de La Jornada y El País, España
