Jaime Luis Albores Téllez
Patrick Modiano en la novela Accidente nocturno usa la remembranza como eje central de esta historia: la de un tipo que al ser atropellado y hospitalizado decide dejar todo su pasado y empezar un presente. Y para olvidar su pasado tiene que hacer memoria y para empezar a vivir su presente tiene que saber cómo fue que sucedió el infortunio. Un antes y un después de aquella noche donde una mujer con ciertas características en el rostro le hace recordar a otra que en su niñez también lo había atropellado. Todo se convierte en hacer memoria que indaga la vida del personaje. Una vida fantasmal, donde sus recuerdos siempre son nebulosos, quiero decir oscuros y difusos, como los sueños. Lo más interesante de este personaje —que no tiene un nombre— es su inmovilidad. Siempre está en un entorno cerrado: en un café, en el hospital, en el hotel, o en un lugar que lo atrapa cuando los recuerdos aparecen, sin importar que sea una calle que lo ensimisma hasta olvidar que puede moverse y cambiar de ruta.
Patrick Modiano logra desarrollar todo el argumento y crea a la vez cierta expectativa al lector cuando la mujer —Jacqueline Beausergent— personaje que desaparece después del accidente, y que en la historia sólo sabemos de ella a través de los pensamientos del personaje principal, se hace presente en los rasgos de otras mujeres. Es así como nos da a conocer el pasado del personaje, lleno de tribulaciones que conocemos a medias porque todo sucede a través de sueños y remembranzas. A la vez su presente se empieza formar de esos recuerdos que lo llevan a buscar otros recuerdos con la finalidad de saber si aquella mujer que lo había atropellado ya le era conocida.
Al final de la historia encuentra a la mujer desaparecida después del accidente. Sus recuerdos se internan en el infortunio de aquella noche para dar certeza a su presente, hecho ya también un recuerdo, pues sus acciones eran resultado de sus pensamientos que siempre venían del pasado.
En fin, Accidente nocturno, es una obra señera, excepcional, porque el pensamiento, como eje vertebrador, da origen a una novela donde no existe la certeza, pues todo es imaginación. Una irrealidad o realidad fantasmagórica llena de visiones del pasado y del presente que en un instante se convierte de nuevo en pasado. Al igual que un círculo, donde no hay principio ni fin. Es una obra que a través de sus personajes niega que exista un presente y un futuro y un pasado, pues todo parece ser creación de la imaginación. Una mentira creada para tener la sensación de existencia.
Patrick Modiano, Accidente nocturno. Anagrama, Barcelona, España, 2014; 144 pp.


