Un avión de pasajeros de TransAsia Airways chocó con un puente vehicular y cayó a un río en Taipei, lo que provocó la muerte a al menos 31 personas, entre ellos el piloto y el copiloto, y la desaparición de otras más; el alcalde de Taipei se refirió este jueves al piloto del avión como un “héroe” en su intento por evadir edificios porque evitó un desastre mayor.

La operación de rescate permaneció durante la noche y con la ayuda de una grúa se pudo recuperar otro cadáver y dos fragmentos del avión; según los rescatistas, 12 personas están atrapadas en el interior del aparato.

La aerolínea indicó que 15 personas –entre ellas 2 niños- han sido puestas a salvo de un total de 58 que iban a bordo del aparato, sin embargo, las condiciones climáticas, la baja visibilidad y el aumento del nivel de agua en el río impiden el rescate, por lo que son pocas las expectativas de encontrar sobrevivientes.

El accidente, del que hasta ahora se desconocen las causas, se registró a las 11.00 hora local del martes, minutos después de que el avión despegara del aeropuerto de Songshan, a unos 5 kilómetros de este, con destino a la isla de Kinmen; las cajas negras ya fueron recuperadas y serán analizadas para poder esclarecer el panorama del accidente.

En una grabación difundida por la televisión, un miembro de la tripulación grita “SOS, SOS. El motor dejó de funcionar”, en lo que parece ser un mensaje desde el interior del avión, Un avión birreactor debe seguir en vuelo cuando uno de los motores deja de funcionar, aunque en está ocasión eso no sucedió.

Según la prensa china, 31 de los pasajeros del avión eran originarios del continente, de la ciudad de Xiamen, en la provincia de Fujian, al otro lado del estrecho de Taiwán, mientras que el resto de los pasajeros y la tripulación eran taiwaneses.

Tragedias de otros vuelos

El ATR 72-600, de TransAsia Airways, tenía menos de un año de servicio y pasó su última revisión del pasado 26 de enero. El piloto tenía 14 mil horas de vuelo y el copiloto cuatro mil, indicó el director de la Administración Aeronáutica Civil de Taiwán, Lin Chih-ming, quienes estaban “muy bien entrenados” para enfrentar las dificultades.

El 23 de julio pasado un aparato de TransAsia se impactó con 54 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación a bordo en una isla del archipiélago turístico de Penghu, frente a la costa occidental de Taiwán, de las que sólo diez personas sobrevivieron.

El 8 de marzo de 2014, un Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines desapareció después de haber despegado de Kuala Lumpur hacía Pekín con 239 personas a bordo, del que hasta ahora no se ha encontrado ningún resto del avión que, según los expertos, se estrelló en el sur del océano Índico.

El 17 de julio de 2014, otro Boeing 777 de Malaysia Airlines, con 298 personas a bordo, fue derribado por un misil en el este de Ucrania, territorio que vive actualmente un conflicto armado.

También, el 28 de diciembre pasado, una aeronave de la compañía de bajo costo AirAsia cayó en el Mar de Java, lo que causó la muerte a 162 personas.

La aerolínea TransAsia está incursionando en nuevas rutas rápidamente desde que comenzó a cotizar en bolsa desde 2011; como esta empresa, otras más quieren mantenerse parte del auge turístico impulsado por la creciente clase media en la región.