Jaime Luis Albores Téllez

La novela de Juan José Rodríguez, La novia de Houdini, muestra el tino narrativo de su autor para mantener atento al lector de principio a fin. Nos atrapa desde un principio al exponer que los actos de magia más comunes y hasta los más sorprendentes aparecen en la Biblia, como es el caso de Moisés que se enfrenta al faraón para pedirle la libertad de los israelitas, y para intimidarlo hace un acto de magia: convierte el báculo de Aarón en una serpiente al arrojarlo al piso, pero “era tan común esta artimaña que los magos egipcios la repitieron de inmediato…”. Es así que el autor utiliza este hecho bíblico para introducirnos a la historia que nos cuenta y comienza en el año de 1929. Un grupo de personas que viaja por doquier presentando actos mágicos. Siempre tratando de sorprender e intimidar a los lugareños, para mostrar que tenían un conocimiento que los hacía superiores. Los que los veían quedaban azorencados y era tanta la turbación que el mago aprovechaba para hacerse de dinero y de información que utilizaban para crear una atmósfera donde la adivinación, otro acto mágico, era el complemento de su actuación. Así vamos conociendo a los integrantes del grupo: Al gran Ludovico, a Florissa (la novia de Houdini), Antonio de Orsini (el lanzador de cuchillos), a Shackleton y al narrador (un joven mexicano), quien cuenta la historia. A través del desenlace sabemos que entre ellos mismos existe la desconfianza porque temen caer en el engaño de cualquiera del grupo, pues todos acostumbrados a vivir de engañar a los demás se volvieron temerosos de caer en el embauco, más cuando arriban a Mazatlán en busca de un diamante maldito que pertenece a la familia Valcorba y Díaz, comerciantes de Valladolid que llegaron a México después de la invasión napoleónica a España.

El autor trabaja a cada uno de los personajes psicológicamente tan bien que logra crear la atmósfera de misterio —sobre todo cuando ha desaparecido el diamante maldito de la casa de la familia Valcorba y Díaz — donde cada uno acaba desconfiando más de los otros. Además el enamoramiento entre Florissa y el joven mexicano hace crecer la tensión entre cada uno del grupo, pues creen que ha empezado a existir la confabulación, donde los acuerdos pueden ser los más importantes para eliminar a los demás.

Juan José Rodríguez cuenta una historia donde la magia es utilizada para mostrar poder, al igual que sucede en los hechos mágicos narrados en la Biblia. Donde el ser humano siempre ha buscado lo extraordinario para también mostrar cierta superioridad y lo más sencillo es ser mágico, simplemente por la sorpresa que causa en quien ve lo inexplicable, al grado de atontarlo. Una vez en este estado de azoramiento cualquier cosa es posible, pues la capacidad de raciocinio es turbada por preguntas que distraen nuestra atención. Y el autor hace uso de esto para que su narrativa sea verosímil en un grupo donde los personajes se dedican a engañar y a robar.

 

Juan José Rodríguez, La novia de Houdini. Editorial Océano de México, 2014; 184 pp.