Entrevista a Marco Cancino/Director general de Inteligencia Pública

Moisés Castillo

Dicen que los mentirosos más nocivos son aquéllos que se deslizan sobre el borde de la verdad. Y en el polémico caso de la línea 12 del Metro alguien está mintiendo. Marcelo Ebrard está en el ojo del huracán. El exjefe del gobierno capitalino, que en 2010 fue galardonado como el mejor alcalde del mundo, ahora vive su peor crisis de credibilidad a raíz de las irregularidades de la llamada “línea dorada”.

Luego de que la Contraloría local diera a conocer los nombres de 33 responsables de las fallas en la línea 12, entre ellos, Enrique Horcasitas, el exdirector del Proyecto Metro, Ebrard tuvo que desistir de sus intenciones de dirigir el PRD y desapareció de los reflectores.

El alejamiento definitivo entre Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera llegó en septiembre de 2014, cuando se dieron a conocer las sanciones a varios funcionarios del gobierno capitalino. Aunque no estaba entre los sancionados, Ebrard retó al actual titular del Gobierno del Distrito Federal a un debate público. Mancera lo rechazó.

“No veo —dijo Mancera— ninguna posibilidad de ver lo político, ni por supuesto la necesidad de un debate político. Cualquier persona interesada en aportar algún dato o alguna referencia que coadyuve a todos los trabajos que se están haciendo en relación a la investigación de los procedimientos, lo puede hacer por supuesto”.

Ebrard reviró que “la negativa a dialogar frente a la sociedad respecto a la línea 12 del Metro demuestra las motivaciones políticas del jefe de Gobierno”.

Recientemente, la Comisión Especial de la Cámara de Diputados que da Seguimiento al ejercicio de los Recursos Federales que se Destinen o se Hayan Destinado a la línea 12 del Metro aprobó un dictamen en el que se señala como principales responsables de supuestos malos manejos de recursos, así como de las afectaciones de este transporte por falta de mantenimiento, al exjefe de gobierno Marcelo Ebrard y al exsecretario de Finanzas y actual senador Mario Delgado.

El presidente de la Comisión Especial, el priista Marco Antonio Calzada Arroyo, aseguró que el proyecto del Metro fue un fracaso y un fraude.

“No hubo coordinación —dijo el legislador— entre el Proyecto Metro y el Sistema de Transporte Colectivo Metro, con lo que los trenes no son para esas vías y esas vías no son para esos trenes; el proyecto tendrá que comenzar de nuevo, todo fue un fracaso y por eso tendrá que haber responsables y sancionados de manera ejemplar”.

Por su parte, Ebrard afirmó que el dictamen aprobado fue “impuesto por el PRI”, ya que no representa un ejercicio serio de revisión y determinación de posibles responsabilidades.

“Es evidente —dijo Ebrard— que el presidente de la Comisión Especial está actuando por consigna, con una instrucción política dictada desde la Oficina de la Presidencia de la República y la Secretaría de Gobernación como se indica en numerosas versiones periodísticas. Acudiré a la CNDH para demandar la garantía del debido proceso y denunciar el abuso del gobierno federal y su partido”.

Asimismo, Mario Delgado acusó al PRI y al PAN de manipular el caso y aclaró que no se escudará en su fuero como senador para enfrentar las acusaciones: “la parte más difícil, que fue conseguir el financiamiento, reorganizar finanzas públicas de la ciudad para que esta obra fuera posible”.

En tanto, el diputado del PRD Carlos Reyes Gámiz, integrante de la Comisión Especial, aceptó que el problema no es político como quieren hacerlo algunos de los probables responsables.

“Es un asunto técnico —dijo— que derivó en un severo daño patrimonial que deben pagar los autores. El informe planteará que el contrato con CAF debe cancelarse, sencillamente porque no se cumplió, aunque ello sin duda traerá un gran litigio internacional que tendrá costos económicos”.

Ruido negativo en la izquierda

Para Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública, la “línea dorada” significará la tumba política del exjefe de gobierno capitalino.

“Lo único que podrá revivirlo será la forma en que maneje la información, la elocuencia con que pueda hacerlo. Pero es muy difícil dada la contundencia de las fallas estructurales. Más allá del informe de la Comisión Especial, el resultado es visible: la mitad de la línea 12 no funciona desde hace casi un año. Los ciudadanos lo ven y ningún informe lo puede ocultar. Los capitalinos lo están viviendo y padeciendo, y le está costando más dinero al gobierno de la ciudad vía nuestros impuestos”.

¿Qué le pareció el informe de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados?

Más allá de la parte técnica que pocos ciudadanos comprendemos —unos pueden decir que fue minucioso, otros pueden decir que no se fue a fondo— hay una discusión política justamente en el preámbulo del proceso electoral, en vísperas de las precampañas y campañas electorales. El timing político con el que se está presentando es sumamente importante, porque de manera directa e indirecta empieza a mover el tablero político de las principales figuras de la oposición. Si antes considerábamos a Ebrard que estaba desaparecido políticamente —ya no jugaba un papel importante en el PRD, ante el fortalecimiento de la otra opción de izquierda que es Morena—, el involucramiento directo y abierto que hace el PRI en contra del exjefe de gobierno provoca un ruido negativo en parte de la izquierda.

¿Percibe “tintes políticos” en este caso, luego de que se reveló el asunto de la “casa blanca”? Muchos medios dicen que fue el propio Ebrard quien filtró esa información.

Ése es un trascendido pero podría acelerar la sospecha, porque hay muchas coincidencias de que Carmen Aristegui le dio espacio a Ebrard de horas en días seguidos, pero eso no lo vamos a saber. Puede ser una venganza, pero se le está dando la oportunidad de que se suba al ring político y desestime algunos puntos del informe de la Comisión Especial. Más allá de la parte técnica, Ebrard es responsable de la parte política de este caso, básicamente en las decisiones que tomó durante el proceso de construcción.

¿Cómo le afectaron a Ebrard las irregularidades en la línea 12? Es claro que se desvirtuaron sus aspiraciones políticas.

Hay comentarios de pasillo en el sentido de que se sabía desde los primeros meses de esta administración que sí había serias fallas en la línea 12, y se tenía que dar mantenimiento. Sin embargo, se evitó hacerlo para que se desgastaran más las vías y eventualmente se suspendiera el servicio. No lo puedo comprobar pero lo he escuchado en muchas ocasiones. Tiene sentido, porque se generó un desajuste en las vías, a un nivel insostenible de operación y se tuvo que cerrar la mitad de la línea. Lógicamente el GDF trasladó la responsabilidad a quien tuvo la responsabilidad política, que fue Ebrard, que en teoría sería la mayor obra pública de su administración, como fue en su momento el segundo piso para Andrés Manuel López Obrador. Si era la joya de la corona, Ebrard tuvo que haberse preocupado por los detalles. En el momento en que se estaba discutiendo la renovación de la dirigencia del PRD, fue oportuna esta acusación para sacarlo de la jugada. Este caso puede inhabilitarlo políticamente, que no sea una opción real para las elecciones de 2018, quedó bastante afectado, ya no cuenta con el suficiente capital político para ser un precandidato serio para las elecciones presidenciales.

 

El GDF no ha dicho qué paso

¿Cuál será el impacto electoral que sufrirá el PRD en las elecciones intermedias a nivel local?

Le va a pegar mucho. Veremos de qué manera Mancera se puede despegar de Ebrard. Es decir, para que quede claro que él no es perredista y, por lo tanto, no es su responsabilidad. Es muy probable que tenga un costo político electoral, porque Ebrard fue un jefe de gobierno del PRD. En este momento, ¿qué cosa no le puede pegar al PRD? Hasta ellos mismos son factor de división. Esto será capitalizado por el PRI y Morena, también el Partido Verde está recogiendo las pérdidas perredistas.

¿Cómo califica la actuación del GDF? Mancera dice que tiene una investigación y que se han señalado ya a responsables administrativos, y que lo demás es una competencia del gobierno federal.

El GDF no ha dado cuentas claras a los ciudadanos de “qué pasó”, no ha habido responsables directos visibles y no ha habido consecuencias reales. Si nosotros queremos hablar del tema de rendición de cuentas no hay información plena, no sólo en términos de que haya funcionarios públicos en la cárcel, o funcionarios sancionados, sino que se dé una explicación clara y precisa a los ciudadanos de porqué no funcionó la línea 12, cómo se va a resolver este problema en el corto plazo y cómo va a garantizar que esto no vuelva a suceder. No ha salido ninguna autoridad, ni el jefe de gobierno, ni el titular del Metro, a explicar la situación real de la línea 12. Pareciera que la línea 12 está en un lugar lejano y que sólo los ciudadanos de a pie estamos sufriendo las consecuencias de una mala planeación: estamos frente a una línea 12 paralizada y costosa.

¿Qué escenarios se perfilan?

En el corto plazo, Ebrard es el gran perdedor de esta historia, el gran castigo es la pérdida de su capital político. El PRD está perdiendo constantemente credibilidad sobre la transparencia y la honestidad en su forma de gobernar; también nos revela que los partidos de derecha, izquierda o centro son iguales, no les veo ninguna diferencia. Esto afecta la credibilidad en la política. Ebrard fue premiado como el mejor alcalde del mundo y sucede esto, qué pensará la ciudadanía. También puede haber implicaciones de tipo penal a nivel federal.

No debemos olvidar que parte del financiamiento de la línea 12 fue con recursos federales, de ahí que la Auditoría Superior de la federación tendría bastante qué decir al respecto y deslindar responsabilidades. Si hay una investigación seria y encuentran a probables responsables de uso indebido de recursos podría darle vista a la Secretaría de la Función Pública y a la PGR. Si Ebrard quiere ponerse al tú por tú con Los Pinos, tiene que agotar todas las posibilidades de manera inteligente para evitar ser involucrado penalmente.