Sumergida en casos de corrupción, la petrolera de Brasil Petrobrás decidió sustituir a toda su dirección. Este viernes dio a conocer a los nuevos directivos, luego de que el miércoles pasado dimitiera la ex presidenta de esa empresa estatal, María da Graça Foster, junto con otros cinco funcionarios de alto rango de un total de siete, que podrían ser investigados por fraude, corrupción activa, lavado de dinero y organización criminal.

El presidente del Banco de Brasil, Aldemir Bendine, tomará el mando de Petrobrás, ante lo que el mercado financiero reaccionó negativamente: las acciones de la petrolera cayeron un 7 por ciento y bajó la bolsa de Sao Paulo (Bovespa).

Aldemir Bendine estuvo desde 2009 como presidente del Banco de Brasil y previamente había sido vicepresidente de Tarjetas y Nueva Retail social de la entidad; también en 2014 fue invitado por la mandataria Dilma Rousseff a asumir la presidencia del BNDES, Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, de acuerdo con el diario O Globo de Brasil.

El diario señala que el nuevo presidente de Petrobrás, también estuvo envuelto en escándalos a fines del año pasado; fue acusado de favorecer a la socialité Val Marchiori a través de prestamos del BB y BNDES.

La preocupación se mantenía en las investigaciones de corrupción, sin embargo, después de las dimisiones, la atención se concentró en la incertidumbre de quién ocuparía la presidencia de la petrolera.

Iván de Souza Monteiro, especialista en Electrónica, Telecomunicaciones y Finanzas, será el Director Financiero y de Relaciones con Inversores.

En la reunión del Consejo en Sao Paulo, en la que el gobierno prometió autonomía ejecutiva, fueron determinados otros cargos aunque de carácter provisional.

El nuevo Director de Exploración y Producción es Solange Guedes, doctor en ingeniería petrolera con 30 años de experiencia en Petrobrás, y actual director ejecutivo de Exploración y Producción de la empresa.

Para ejercer el cargo como Director Ejecutivo de Gas y Energía Corporativa fue elegido Hugo Repsold Junior, con amplios conocimientos en ingeniería mecánica, planificación energética y economía; mientras al frente del Consejo de Ingeniería se eligió a Roberto Moro, actual Director Ejecutivo de ingeniería de Submarinos Ventures, especialista en ingeniería mecánica y gestión de proyectos.

El director Corporativo, José Eduardo Dutra, el ex presidente de Petrobrás y del Partido de los Trabajadores (PT), se mantiene en el cargo, así como el nuevo director de Gobernabilidad, Joao Adalberto Elek.

Rumores hechos realidad

En días anteriores, surgió una versión de que la entonces presidenta de Petrobras, María da Graça Foster, acordó en una reunión con la mandataria Dilma Rousseff, su salida y la de los demás miembros del directorio, señalamientos que ni la empresa ni el Gobierno admitieron.

Petrobrás, empresa que tiene acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires, de la que Brasil es accionista mayoritario, en manos de Foster ha sido considerada inviable por el escándalo de desvíos millonarios que ha afectado a varios ex dirigentes que compartieron el mando con algunos otros que persisten en la empresa, entre ellos Foster.

También una fuerte subida de las acciones de la petrolera en la bolsa de valores de Sao Paulo, un 15 por ciento, entre el martes y el miércoles, provocaron los anuncios de que por fin Rousseff había aceptado la renuncia de Foster, con la que mantiene una antigua amistad y a la que no se atrevía a destituir a pesar de las presiones.

De acuerdo con la prensa, la salida no había sido confirmada porque Rousseff aún no tenía al sustituto, tarea encargada al ministro de Hacienda, Joaquín Levy, para que eligiera a alguien con aceptación en el mercado.

También entre los candidatos para asumir el cargo de Petrobrás se había considerado al ex presidente del Banco Central Enrique Meirelles, ex titular del Bank of Boston.

Desvíos de fondos destinados a políticos

La Policía Federal ejecutó una nueva fase de la Operación Lava Jato (Operación Limpieza), que ha desmantelado la enorme red de corrupción que atrapa a la empresa estatal.

En ella se dio la orden de interrogar al tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), Joao Vaccari Neto, por su supuesta participación en la corruptela de la petrolera, y quien se resistió a recibir a los agentes federales ante lo que la policía tuvo que trepar por los muros.

También como parte de la operación se cumplieron diferentes órdenes judiciales, entre ellas detenciones preventivas, en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Bahía y Santa Catarina, y se investiga a 26 nuevas empresas, como las constructoras OAS, Camargo Correa, UTC, Mendes Junior, Engevix y Galvao Engenharia.

El objetivo de la Operación Limpieza, según los agentes y la Fiscalía, es obtener pruebas que confirmen o contradigan las acusaciones del análisis de documentos recopilados desde el inició del escándalo, en marzo de 2014, así como de las informaciones proveídas por el ex gerente ejecutivo de Servicios de Petrobrás, Pedro Barusco, quien confesó en noviembre pasado, como parte de un acuerdo con las autoridades, que desde 1990 había recibido sobornos por un valor de casi 100 millones de dólares, mismos que devolverá a la Justicia.

Sus revelaciones permitieron ubicar a otros operadores involucrados que hacían llegar los pagos ilegales a funcionarios de Petrobrás, y podrían ser acusados de fraude, corrupción activa, lavado de dinero y organización criminal.

Barusco, además, ha señalado a otro involucrado: su antiguo jefe, el ex director de Servicios, Renato Duque, que abandonó la cárcel en diciembre; se presumía que Duque no estaba contemplado entre los interrogados, pero la justicia pidió la semana pasada la revocación de su proceso legal ante el temor de su fuga.

En informes de la petrolera, Barusco y Duque son señalados responsables por irregularidades en obras, como el brutal incremento de los costes de la Refinería de Abreu y Lima, en Pernambuco, presupuesto multiplicado por ocho veces y del que se destinaron ilegalmente generosos fondos a cuentas privadas.

Con la información recabada, se sabe que 11 de los 21 empresarios detenidos en noviembre pasado siguen tras las rejas, entre ellos el ex director internacional de Petrobrás, Néstor Cerveró, capturado el 13 de enero; la justicia ha procesado también a 39 personas por lavado de dinero, corrupción y formación de organización criminal.

La policía ha indicado que algunas de las grandes empresas constructoras de Brasil, tenían un “club” para repartirse los contratos de la petrolera, por un valor de 22 mil millones de dólares, e incluso, negociar los sobornos.

De los contratos millonarios se desviaba un porcentaje del 3 por ciento a empresarios y políticos a través de una red de empresas falsas; por lo que al menos siete partidos, entre ellos el PT, PDMB y PP, han sido afectados por las investigaciones.

Foster sabía de corruptela

En diciembre pasado, el periódico económico Valor informó de que era del conocimiento de la entonces presidenta de la empresa estatal Petrobrás, María das Graça Foster, el desvío de dinero de la petrolera para funcionarios y partidos políticos, ante lo que se mantuvo indiferente.

El diario aseguró que existe una documentación interna, que incluye correos electrónicos, de la gerente Venina Velosa de Fonseca -trabajadora de Petrobrás desde 1990- que habría alertado durante años a Foster y a otros funcionarios del “desvío de cientos de millones de dólares en forma de pagos por servicios no realizados, costos sobrefacturados y gastos extraordinarios de las empresas subcontratadas por Petrobras”.

No es la única ocasión que la ex presidenta de la empresa estatal es relacionada en casos de corrupción. En agosto pasado, el Tribunal de Cuentas de Brasil analizó la eventual congelación de bienes de Graça Foster por el probable beneficio personal del caso de corrupción en la petrolera, sin embargo, el Tribunal consideró que no había elementos legales para ejecutar ese señalamiento.

Petrobrás, con 85 mil empleados, presentó hace unos días los resultados financieros del tercer trimestre de 2014 en el que estimó que sus activos fueron sobrevalorados en 88 mil 600 millones de reales (34 mil 500 millones de dólares) tras el aumento del precio de 31 contratos con constructoras y proveedores entre 2004 y 2012; sin embargo el balance excluyó dar cuenta de las pérdidas causadas por los desvíos y el pago de sobornos.

Este caso de corrupción se traduce en el mayor escándalo de la historia brasileña con un desvío de 4 mil millones de dólares, entre 2004 y 2012, por el que, incluso, la campaña política de la presidenta Rousseff para su reelección de octubre fue impactada por este caso de supuesto desvío de dinero y pago de sobornos aparentemente a favor del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).