Estas son las únicas personas vivas que han conocido tres siglos el XIX el XX y el XXI. En todo el mundo sólo se tiene constancia de cinco casos de personas tan longevas… y las cinco son mujeres. Por supuesto, todas ellas dotadas de una vitalidad especial que explica buena parte de su extraordinaria salud. En USA Today se han repasado sus historias, aquí las presentamos.

Misao Okawa es oficialmente la persona viva de mayor edad. Nació en Osaka, Japón el 5 de marzo de 1898, por lo que está a tan sólo unas semanas de celebrar su cumpleaños número 117. Ella reveló las claves de su fabuloso estado de salud. Nada que no te haya repetido el médico hasta la saciedad: “buena alimentación y mucho descanso”. Hace tres comidas diarias, le encanta el sushi y duerme ocho horas por la noche.

El caso de Gertrude Weaver es todo un orgullo para Estados Unidos: nació en una fecha especial para ese país como es el 4 de julio, día en que se conmemora el aniversario de la independencia. Como Misao Okawa, su año es el 1898. Le gusta que le hagan el manicure, bailar desde su silla y leer la Biblia. De hecho, en las Santas Escrituras encuentra varios de sus secretos para una vida larga y feliz. “Sigue a Dios y a nadie más. Sé obediente, sigue sus leyes y no te preocupes por nada. Yo lo he seguido durante muchos, mucho años y no estoy cansada”, explica. Y además, “ser amable con todo el mundo”. Esa es la parte más difícil.

Otra mujer que se encuentra en el podio de la longevidad es también norteamericana. Se trata Jeralean Talley, nacida en Michigan, el 23 de mayo de 1899. Sólo tuvo una hija, pero ya cuenta con tres nietos, diez bisnietos y cuatro tataranietos. En su opinión no hay otra forma de alargar la vida que siendo muy activa. Todavía se anima a ir a pescar de vez en cuando con ayuda de amigos y familiares; y presume de haber capturado siete peces en su más reciente salida. Quienes la rodean dicen que es extrovertida y simpática, una magnífica compañera.

Estadounidense como las dos anteriores, Susana Mushatt Jones vino al mundo el 6 de julio de 1899. Su caso escapa a la comprensión de cualquier médico o especialista: le encanta desayunar huevos con tocino y aún lo hace a diario. A sus 115 años mantiene gran afición por la ropa que tenga encaje: “Nunca se es demasiado vieja para vestir con ropa bonita”, sostiene. ¿Y quién puede llevarle la contraria?

Y en el quinto puesto, la única representante europea de la lista, la italiana Emma Morano-Martinuzzi nacida el 29 de noviembre de 1899. Está convencida de que beber cada día un vasito de brandy casero le ha ayudado a vivir muchos años, aunque reparte los méritos con su estricta rutina de alimentación y descanso. Desayuna leche con galletas, come un plato de pasta para cenar, tan sólo un vaso de leche. Durante el día, come además, un huevo crudo y otro cocido, “me lo recomendó el médico cuando tenía 20 años”, dice. Acostándose a las siete de la tarde y levantándose antes de las seis de la mañana, a los 115 años se siente fabulosa.

Y como un extra, para el final está el peculiar caso de la mexicana Leandra Becerra, que asegura haber nacido el 31 de agosto de 1887. Podría tener 127 años, pero su edad no se ha reconocido de forma oficial por haberse extraviado su partida de nacimiento. Ha tenido más de 153 descendientes: 5 hijos, 20 nietos, 73 bisnietos 55 tataranietos. Con todos ellos comparte un sinfín de anécdotas, que conserva con admirable memoria.

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