Ebrahim Afshinnekoo, coordinador del proyecto de la universidad de medicina neoyorquina Weill Cornell ayudó a identificar más de 15 mil especies de bacterias en 466 estaciones del metro de la ciudad estadounidense. El metro neoyorquino es uno de los más grandes del mundo con 468 estaciones y 24 líneas de metro. (En México tenemos 175 estaciones con 12 líneas.)
De las más de 15 mil bacterias, 114 fueron identificadas con material genético único muy resistente al medio ambiente, todas altamente peligrosas para al ser humano. Tales bacterias fueron asociadas con enfermedades urinarias, envenenamiento alimenticio, sepsis, meningitis, varios padecimientos respiratorios, bacterias resistentes a los antibióticos, diversos estafilococos que producen infecciones rápidamente por la velocidad de su reproducción, hasta la bacteria de tétanos y ántrax.
Incluso hay una estación que permanece cerrada por las constantes inundaciones en donde encontraron bacterias ¡que sólo se habían visto en la Antártida!
Las bacterias más comunes y menos letales se originan en su mayoría de material genético proveniente de diversos tipos de comida, siendo la más frecuente la pizza, los embutidos y el queso mozzarella, bacterias provenientes de mascotas, otros animales como ratas e insectos (probablemente de moscas y cucarachas), varios tipos de hongos, plantas, zapatos, basura de todo tipo, residuos salivales como los estornudos, ecoli (excrementos) y bacterias transportadas por las manos sucias.
La comunidad médica así como las autoridades reaccionaron públicamente ante los resultados presentados a principios de febrero y se confirma la versión de que tantas bacterias forman parte de un ambiente al que los neoyorquinos están adaptados pero que aún así, están en riesgo. “El metro de la ciudad no es un túnel de contagio de ébola o ántrax”, afirmaron voceros del Departamento de Salud Pública de la ciudad.
Los resultados del estudio comenzado hace casi dos años ahora se investigan cómo las condiciones de iluminación y ventilación así como de los materiales de construcción pueden modificar el hábitat del metro neoyorquino. El estudio también podría revelar pistas sobre el futuro de la salud pública, ataques bioterroristas y plagas como el ébola.
Después de esta noticia ¿considera usted necesario lavarse las manos después de utilizar el transporte público en México?
Con información de The Wallstreet Journal, febrero 2015.