Camilo José Cela Conde
Madrid.-En el diario que escribió Charles Darwin, el autor de la teoría de la selección natural, durante la vuelta al mundo que dio a bordo del barco de S.M. la reina Victoria Beagle, pueden leerse sus reflexiones sobre los picos de los pinzones de las islas Galápagos, esas aves pequeñas que se parecen no poco a nuestro gorrión urbano: “Al ver esta gradación y diversidad de estructura en un grupo de aves pequeño e íntimamente relacionado, podría imaginarse realmente que (…) una especie se ha dividido y modificado para servir a diferentes fines”. El subrayado lo he añadido yo porque da una clave respecto de algo que discuten los filósofos e historiadores de la ciencia: en qué momento dio Darwin con la idea de que las especies no están compuestas por seres inmutables creados así por Dios. Muy al contrario, cambian a causa de su necesidad de adaptarse al medio en el que viven y, para ilustrarlo, Darwin incluyó en su libro una imagen de los diferentes pinzones que, en cada isla del archipiélago, muestran picos muy distintos con funciones relacionadas con su tipo particular de alimentación.
Sangeet Lamichhaney, investigador del Department of Medical Biochemistry and Microbiology en la universidad de Uppsala (Suecia) y sus colaboradores han publicado en la revista Nature la explicación genética acerca de la diferencia entre los picos de los pinzones de las Galápagos. La obtención del genoma de 120 pájaros pertenecientes a las especies identificadas por Darwin y dos más relacionadas con ellas ha permitido señalar una región del gen ALX1 compartido por todas ellas —y por otros muchos animales— que ha ido cambiando mediante un proceso diversificador en el que se han producido episodios de hibridación. Aunque las diferencias genéticas descubiertas por Lamichhaney y colaboradores son al menos 15, la importancia de la relacionada con el gen ALX1 tiene que ver con que éste codifica factores de transcripción relacionados con el desarrollo del cráneo; parece pues el candidato ideal para hacer que la forma del pico cambie.
Los autores del trabajo acerca de las diferencias genéticas entre los pinzones de las Galápagos mantienen la interpretación original de Darwin sobre la tendencia a alimentarse de una u otra manera como fundamento de los cambios anatómicos. Pero una cuestión interesante que aparece en el artículo de Lamichhaney y colaboradores es la manera como la evolución antigua que dio lugar a la primera diversidad de los pinzones de las Galápagos se ha completado con la aparición de nuevas especies mediante introgresión —mezcla de híbridos— en los últimos tiempos. La introgresión viene a ser un fallo de los mecanismos que mantienen aisladas a las especies permitiendo que se crucen ocasionalmente. Esos cruces son raros pero a veces dan lugar al traslado genético desde una especie a la otra. Incluso nosotros llevamos en nuestros genes, por introgresión, algo más de un 1% del contenido de los genes de los neandertales.
