Los dos cruceros en los que viajaban los turistas que el miércoles fueron víctimas de un ataque terrorista en Túnez, llegaron este viernes a los puertos de Palma de Mallorca y Barcelona, entre ellos los ocho mexicanos que salieron ilesos.

Fuentes del Puerto de Barcelona, noreste de España, confirmaron que el crucero Splendia de la compañía MSC llegó por la mañana con tres mil 714 pasajeros, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

De los pasajeros que hacían ruta por el Mediterráneo en este buque y que paró el miércoles en Túnez, nueve fallecieron (entre ellos un matrimonio de españoles) y 12 resultaron heridos.

En tanto, al puerto de Palma de Mallorca, en el Mediterráneo, arribó el buque Costa Fascinosa, de Costa Cruceros, con tres mil 138 pasajeros, y fue recibido con la expectación de medios de comunicación y autoridades.

Reivindica el EI

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este jueves el ataque contra el Museo Nacional del Bardo, en Túnez que acabó con la vida de al menos 23 personas, el primer atentado contra extranjeros desde la revolución de 2011, que hace temer una desestabilización de la joven democracia.

El ataque perpetrado por hombres armados, ha sido el más grave ejecutado por la organización yihadista contra occidentales.

El grupo yihadista, presente en Siria, Irak y Libia, se adjudicó los terribles actos a través de un mensaje de audio publicado en internet, en el que amenazó a Túnez con más ataques y afirmó que no se trataba más que “del principio”.

Por su parte, fuentes de Seguridad confirmaron que se han ejecutado nueve detenciones: se interroga a cuatro personas por su presunta participación en los hechos y a otras cinco por haber dado apoyo y cobertura a la célula.

Los agentes no descartan que los terroristas tuvieran apoyo logístico del grupo yihadista local Ansar al Sharia, que tiene sus bastión en la región de Kasserin, una zona montañosa pegada a la frontera con Argelia.

Allí, a mediados de de febrero pasado, un grupo de terroristas atacó con armas de fuego un puesto de control de la Guardia Nacional y mató a cuatro agentes, por lo que, desde entonces, la Policía y el Ejército tienen abierta una gran operación para capturar a los autores y controlar un territorio de unos cien kilómetros cuadrados de exclusión militar donde se concentran yihadistas provenientes de varios países del Sahel.