El paisaje titulado El bosque de La Haya con vistas al palacio Huis ten Bosch, pintado en el siglo XVII por el artista Joris van der Haagen, será devuelto a su verdadero dueño, un descendiente de un marchante judío de arte, así lo declaro el rey de Holanda, Guillermo Alejandro. Aseguro a través de un reporte que “existen indicios de una pérdida involuntaria de posesión durante la ocupación alemana”. Las declaraciones se dieron después de realizar un estudio a más de mil 300 piezas de la Colección Real.
La comisión holandesa que investiga la procedencia de las obras incluidas en las colecciones y museos nacionales, presume que se trata de la única tela dudosa guardada por la monarquía.
La comisión fue también la encargada de contactar a los herederos de propietario original, quien no fue revelado en su totalidad para no generar más polémica sobre la obra.
El cuadro fue adquirido por Juliana de Holanda (abuela del actual monarca) en 1960 a un marchante local en el mercado abierto. La entonces reina ignoraba su procedencia, pero la comisión señala que fue arrebatado en 1942 a un coleccionista judío. Como sucedió con el arte y el capital de las familias judías holandesas durante la ocupación nazi, la tela acabó en el banco Lippmann, Rosenthal y Co, de Ámsterdam. En teoría, la entidad debía guardar las posesiones de los judíos y protegerlas. En realidad, se apropiaba de todo.
La colección de arte de la Casa de Orage está siendo analizada desde 2014 por historiadores del arte a instancias del propio rey Guillermo Alejandro.
Por otro lado, después de que se ha dado a conocer el robo de miles de obras de arte por parte de los nazis, el gobierno alemán publicó el sitio www.lostart.de con parte de la lista de las mil 400 piezas de arte -muchas de ellas robadas por los nazis- que fueron descubiertas en un departamento de Cornelius Gurlitt, hijo de un marchante de arte en la Segunda Guerra Mundial.


