Jaime Luis Albores Téllez
Andrés Barba presenta la novela: En presencia de un payaso (Anagrama [Narrativas hispánicas], Barcelona, España, 2014; 184 pp), como una historia de cotidianidades familiares, donde su mujer y su cuñado, un cómico retirado, se reúnen al cumplir un año de la muerte de su madre. Y este hecho es el detonante para que Marcos Trelles, personaje principal, empiece a recordar cómo había sido su vida antes y después de conocer a su mujer. Además —cuando sabe que una revista científica “una de las mejores del mundo” ha aceptado su artículo que trata el tema de la “Capacidad de la luz para curvar la materia”— se complica su existencia cuando tiene que escribir una autobiografía o “autorretrato literario” de entre trescientas y cuatrocientas palabras, que debe aparecer antes del texto teórico. Ya que tiene que dejar de pensar en sus experimentos científicos para empezar a observarse a sí mismo, y siente que no se conoce porque no puede escribir una sola línea sobre su vida individual y familiar. Se siente tan torpe, incapaz de escribir, que busca en los correos electrónicos ejemplos que había mandado el editor y entre ellos lee uno donde una científica yanqui, Margaret Wespon, da a conocer su tragedia al vivir con el fantasma de una hija muerta y aun así dedicarse por entero a sus investigaciones científicas. Pero él (Marcos Trelles) no había vivido nada especial en su vida cotidiana, ni se había muerto un hijo, ni lo habían asaltado y que a la vez estuviera a punto de perder la vida. Nada le había pasado que a los lectores les llamara la atención.
El autor a través de este dilema del personaje, el de no poder escribir su “autorretrato literario” empieza a contar la vida simple del científico protagonista que se casa con la hermana de un payaso político que en una época fue famoso, y empezamos a descubrir la intimidad que rodea al científico, donde hay deseo sexual, y el descubrimiento de los demás como seres complejos que enriquecen su entorno social. Sin embargo él es incapaz de escribir algo sobre su cotidianidad.
Andrés Barba mezcla con sensatez la banalidad familiar con lo desconcertante de la existencia humana. Es como si dijera que todos los seres humanos en el fondo viven una vida parecida en cuanto a su diario vivir y que lo único que podría crear una diferencia es la actividad a la que se dediquen. En este caso los roles de marido y mujer no tienen nada trascendente, tienen sexo, diferencias y amor; pero en cuanto a lo que se dedican cada uno de ellos, contando al cuñado: un payaso, cómico político ya retirado, hace que las obsesiones personales impacten por un momento a sus seres más cercanos, mientras sus obsesiones personales no regresan a su mente. Y este es el caso del científico que no puede escribir su autobiografía y este hecho se convierte en una obsesión que impacta por momentos la vida de quienes lo rodean.
En fin, En presencia de un payaso es una obra redonda en cuanto que es una historia bien tramada que desemboca en un final que sorprende.


