Entrevista a Carlos Alberto Ramírez Díaz/Catedrático de la FCPyS-UNAM

 

Nosotros decimos sí a la democracia verdadera

que a nadie le niega el pan ni la palabra.

Eduardo Galeano

 

                                                                                          

Ofelia Alemán García

“Mientras haya desigualdad en el mundo siempre habrá escritores como Eduardo Galeano”, dice el maestro Carlos Alberto Ramírez Díaz, sociólogo y especialista en estudios latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

“Galeano te dice que hay desesperanza e injusticas pero también te anuncia que hemos hecho cosas trascendentales que han cambiado el orden establecido”, puntualiza el catedrático.

Carlos Ramírez ha sido profesor de la UNAM por casi 25 años ininterrumpidos y ha impartido la cátedra de América Latina y el Caribe así como Historia del Pensamiento Político y Social para la carrera de relaciones internacionales. Entre la bibliografía básica para los cursos que imparte, se encuentran varios artículos y por lo menos cinco libros de Eduardo Galeano.

Además del reconocido libro Las venas abiertas de América Latina escrito en 1971, el profesor también considera indispensable la trilogía de Memoria de fuego escrita entre 1982 y 1986: Nosotros decimos no (1989), Ser como ellos (1992) y Patas Arriba, escuela del mundo al revés (2008).

Cuestionar el orden establecido

¿Por qué Las venas abiertas de América Latina­ es considerada su obra cumbre?

Por el contexto histórico y político en el que surge. La disolución de la Unión Soviética implicó el fin de un modelo de relaciones internacionales de guerra fría en donde había intervención militar. De allí entonces hemos visto intentos de construir un nuevo orden pero no se ha llegado a un acuerdo estabilizador. Los conflictos actuales no eran imaginables en el contexto de la Guerra Fría, por ejemplo, el caso de Ucrania, la disputa de Grecia con la Unión Europea o la arrebatada lucha en Oriente Medio. Finalmente, todo este desorden no sabemos en qué terminará.

Esta incógnita abre la oportunidad para que surjan muchos movimientos políticos de muy diversa índole. En esta última cumbre de América Latina propusieron hacer un nuevo orden entre todos, un orden con justicia. Éste es el reto de ahora. La izquierda —es decir, el pensamiento progresista— debe contribuir a que haya una mejor distribución de la riqueza y a que se retomen proyectos sociales para que se construya este nuevo orden con justicia social. Y es aquí donde yo rescato la obra de Eduardo Galeano porque él propone un nuevo orden social para América Latina.

¿Cómo se resume la contribución de Galeano al mundo?

Es esa voz que llamaba en primer lugar a cuestionar el orden establecido. Sus libros tienen un fondo documental para denunciar las injusticas pero también hablaba de la resistencia. Y de la resistencia te movía para pasar con iniciativa y creatividad a construir un orden diferente. Ésta es la gran contribución de Galeano. En todos sus textos no sólo encuentras denuncias, sino también esperanzas. El valor de Galeano es que anuncia que otro mundo es posible a pesar de las injusticias.

¿Los autores como Galeano están destinados a desaparecer?

No, desde siempre ha habido autores que han denunciado las injusticias y que a través de la literatura nos ayudan a pensar el mundo y a transformarlo. Por ejemplo, escritores como Charles Dickens o Víctor Hugo en su tiempo también hicieron denuncias, Galeano se suma a esa lista. Él intentó hacer mucho con su activismo político, hacía conferencias, iba a congresos, como editor también, y de alguna manera lo hacía con humor, con ironía; él mismo decía que el optimismo y la alegría son importantes.

 

Un referente

¿Hacia dónde va la izquierda latinoamericana sin Eduardo Galeano?

La utopía de la izquierda revolucionaria se desdibuja en la actualidad; aquella izquierda radical que reconstruía el régimen radicalmente como la Revolución Cubana o la Revolución Sandinista que entran triunfantes con los ejércitos en la capital. En América Latina sí existen los procesos de resistencia aunque no son tan visibles. El discurso de las izquierdas ha cambiado, ahora hablamos en términos más pacifistas y reformistas. Para todas las izquierdas, Galeano será siempre un referente.

Carlos Ramírez también es catedrático en la Universidad Iberoamericana y refiere que el arte y la literatura nos ayudan a construir un mundo mejor. “En términos de desigualdad hay personas que materialmente valen mucho y otras en las que su opinión vale más, como Galeano. Mientras siga habiendo desigualdad y pobreza en el mundo habrá formas de resistirlas”, finaliza el catedrático.

@ophelyas