La jefa de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), Michele Leonart, presentará su renuncia pronto, para poner fin a un liderazgo de casi 10 años, tras una serie de escándalos y una difícil relación con la administración del presidente, Barack Obama.
Una de las especulaciones recientes refiere que agentes habían participado en “fiestas sexuales” con prostitutas en Colombia; la DEA prefirió no hacer comentarios. La semana pasada, congresistas estadounidenses dijeron que no tenían confianza en la jefa de la agencia.
Fuentes del Departamento de Justicia han adelantado a distintos medios la salida de Leonhart, que apenas el mes pasado había presumido ante el Congreso la participación conjunta de la DEA con México en la captura de capos de la droga como Omar Treviño Morales, el Z42, o de Servando Martínez, La Tuta.
Su anunciada renuncia se produce en medio de una obligada limpieza de la agencia, así como por la mala imagen creada luego de que se dio a conocer el caso de las fiestas en las que participaron agentes de la DEA con prostitutas pagadas por los cárteles de la droga en Colombia entre los años 2005 y 2008, lo que ha significado el limite de la paciencia de la administración Obama.
Apenas el 14 de abril Leonhart se mostró incapaz de justificar ante un comité del Congreso la actuación de sus agentes y la falta de medidas correctivas para sancionar a un grupo de agentes de la DEA que habrían participado en fiestas sexuales con prostitutas o que habrían recibido regalos de los capos de la droga en Colombia.
Los excesos de estos agentes de la DEA, que altos cargos de la agencia intentaron ocultar al auditor general del Departamento de Justicia, colocaron a Leonhart en el escándalo con críticas desde el Congreso.
Legisladores del partido demócrata y republicano la acusaron de haber fallado a la hora de supervisar a sus agentes y de haber comprometido la seguridad nacional.
Fuentes del Departamento de Justicia reconocieron que la salida de Leonhart se produce en medio de una continua disputa entre la administración del presidente Obama y la DEA sobre la mejor forma de evitar el choque con las legislaturas de varios Estados que han legalizado el consumo de la mariguana con fines medicinales y recreacionales.
Michele Leonhart nunca ha ocultado su abierta oposición a la legalización de la mariguana, una opción que siempre presente como una “puerta falsa” para combatir el consumo de drogas en EU.