La presidenta de la República de Chile, Michelle Bachelet, admitió que luego de los escándalos de corrupción política y empresarial de los últimos meses, su país atraviesa por una fuerte crisis de confianza “muy importante” según declaró antes los medios locales.
También señaló de la importancia de transparentar la relación entre los empresarios y las cúpulas políticas del gobierno y señaló que esta crisis es “una verdadera oportunidad para hacer la reforma y los cambios.”
La presidenta enfrenta cargos por tráfico de influencias y uso de información privilegiada en el caso de su hijo Sebastián Dávalos y de su nuera, Natalia Compagnon, a lo que respondió no estar enterada de los negocios de su familia.
Frente al caso de corrupción de Penta, la presidenta Bachelet salio a la defensa de su ministro del interior, Rodrigo Peñalillo, quien es acusado por fraudes millonarios en campañas políticas. Bachelet dijo que las actividades que se investigan fueron privadas y realizadas antes de que Peñalillo entrara al gobierno, cuando ella aún no decidía lanzar su candidatura presidencial.
Durante las dos campañas políticas de Bachelet, las cuales están siendo investigadas por fraudes millonarios, la presidenta dijo que no estuvo involucrada en administrar o conocer los roles de cada uno de sus funcionarios. “A lo que yo me dediqué cuando llegue fue a estar con la gente, ir a juntas de vecinos, a reencontrarme con este país porque estuve dos años y medio afuera”, dijo Bachelet.
La presidenta de Chile finalmente dijo desconocer cuántas personas de su gobierno estuvieron vinculadas con este fraude y que todo lo que sabe del escándalo es gracias a las investigaciones de la prensa.
Con información de CNN Mundo.