Luego de que la Cámara de Diputados española pidiera la liberación “inmediata” de los líderes opositores presos en Venezuela, las disputas no se han hecho esperar entre ambos países, que van desde declaraciones e insultos hasta llegar a las amenazas.
España llamó el miércoles pasado a consultas a su embajador en Venezuela por los “intolerables” calificativos del presidente Nicolás Maduro en contra de Mariano Rajoy a quien llamó “racista”. Mientras el Congreso venezolano declaró persona non grata al ex presidente español Felipe González y rechazó los pronunciamientos de legisladores de España, Colombia y Chile a favor de la liberación de los dos opositores encarcelados.
Maduro afirma que las élites españolas apoyan el terrorismo en Venezuela. Por lo que la cancillería española respondió que “son especialmente intolerables las afirmaciones sobre un supuesto apoyo a actividades terroristas, que resultan particularmente ofensivas para un país como España que ha sufrido durante muchos años la lacra del terrorismo”.
Sin embargo, insistió en su deseo de mantener “las mejores relaciones posibles con el gobierno de Venezuela” y aseguró que iniciativas como la del Parlamento a favor de los opositores encarcelados son similares a las de otras instituciones latinoamericanas y europeas que han expresado su preocupación por la situación en Venezuela.
Según el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, el “grado de irritación verbal” de Maduro le ha hecho decidirse a llamar a consultas al embajador. Se trata de un paso previo a la retirada de la representación española en Venezuela y una muestra de la tensión diplomática entre ambos países.
Por otra parte, Felipe González aceptó asumir la defensa jurídica de dos de los principales opositores al régimen venezolano, Leopoldo López y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.
López fue detenido en febrero del 2014 acusado de promover hechos violentos en Caracas mientras que Ledezma fue arrestado hace dos meses acusado de los delitos de conspiración y asociación para delinquir. Ambos permanecen recluidos en una cárcel militar las afueras de la capital venezolana.
Las relaciones entre España y Venezuela han pasado por muchos altibajos en los últimos 16 años. Casos como el famoso “¡Por qué no te callas!” que el rey Juan Carlos le espetó al fallecido mandatario Hugo Chávez en 2007 enturbiaron las relaciones.
Pero más allá de encontronazos diplomáticos puntuales, ambos países mantuvieron una cooperación económica bastante estable, hasta ahora.
Con información de El Mundo, España y La Nación, Argentina.