Nepal se hunde en tragedia tras el terremoto de intensidad 7.8 que el sábado golpeó el país; la lluvia que cayó durante la noche, la falta de comunicaciones y de medios y las replicas del temblor complican la búsqueda de sobrevivientes.

Al menos 4 mil personas han muerto, según cifras oficiales citadas por Reuters; pero el número de víctimas puede aumentar ya que las autoridades alertan de que los equipos de rescate aún no han podido arribar a algunos de los sitios más afectados, en las zonas montañosas del oeste del país.

Los heridos son miles en Katmandú, muchos han esperado en las calles de la capital, debido a la insuficiencia de medios y saturación de los hospitales.

“Tanto los centros médicos públicos como los privados están saturados y están atendiendo a los pacientes en la calle”, alerta el embajador de Nepal en India; Unicef ha advertido que hay cerca de un millón de niños afectados que necesitan ayuda urgentemente.

Las carreteras están llenas de gente, algunos con sus bebés en brazos, que intentan tomar un autobús, un coche o un camión. En el aeropuerto internacional de la ciudad hay largas filas de turistas y ciudadanos que buscan un vuelo con desesperación.

“Estamos llegando con ayuda a personas fuera de Katmandú, pero es extremadamente difícil proporcionar asistencia a mayor escala en las áreas más afectadas por el terremoto. Muchas carreteras han sufrido importantes años”, señaló la directora de Oxfam en Nepal, Cecilia Keizer.

Agregó “los miembros de nuestro personal aún están tratando de comprobar que tanto sus familias como los miembros de las organizaciones con las que trabajos están a salvo. Hasta ahora, los recuentos de víctimas se refieren únicamente al Valle de Katmandú. Me temó que, desgraciadamente, esto es solo el comienzo”.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha facilitado dos direcciones de correo electrónico y dos teléfonos para las “personas afectadas o que puedan tener afectados entre sus allegados”.

El país ha declarado el estado de emergencia nacional y el primer ministro, Sushil Koirala, que regresó de urgencia de un viaje oficial a Indonesia, pidió la colaboración de todos los ciudadanos y llamó a no perder la calma a pesar de las fuertes replicas que continúan.

Este domingo se registró un nuevo temblor de 6,3 grados, que causó colapso de edificios de la capital, sobre todo donde se encuentran los barrios más pobres; de los que quedaron en pie muchos tienen graves problemas de estabilidad. Algunos ciudadanos intentan levantar los escombros con sus propias manos.

Complicaciones en servicios

Otros acuden a donar la sangre que requieren unos hospitales desbordados y donde ya no hay espacio para colocar más muertos.

Las comunicaciones se han visto gravemente afectadas y el funcionamiento de los teléfonos y de internet es, cundo menos, esporádico; los cortes en el suministro eléctrico que ya padecía el país desde antes se han agudizado.

Uno de los grandes problemas potenciales en Katmandú es la falta de agua potable, por lo que el suministro de agua corriente ha dejado de funcionar y la embotellada ya escasea.

La intensa lluvia se suma a las complicaciones, junto con las carreteras cortadas y a las deficiencias estructurales. Hay también temor de que puedan extenderse las enfermedades contagiosas.

Varios países se han movilizado para apoyar a las autoridades nepalíes enviando equipos de rescate y resistencia así como alimentos, pero el esfuerzo humanitario avanza con grandes dificultades.

En el Everest, los equipos de rescate continúan desalojando en helicóptero a los montañeros atrapados, según el escalador rumano Alex Gavan, que se encuentra en el campamento base.

En India el balance de muertos a causa del terremoto es de 62, mientras que otras 20 personas han muerto en la región china de Tíbet; ambos países han anunciado el envío de personal y ayuda humanitaria para intentar aliviar la situación, en medio de los esfuerzos de los equipos de rescate por localizar a más sobrevivientes.

En Nepal han sido localizados 37 mexicanos y todos se encuentran bien; este domingo la Cancillería mexicana confirmó la presencia de 30 connacionales registrados en la zona, de los cuales había uno con quien no se lograba establecer contacto, sin embargo, más tarde, autoridades de Nepal y sus familiares pudieron localizarlo, se trata de Eduardo Ramírez Santiso

El terremoto del sábado, que acabó con el poblado calle Katmandú y que provocó una avalancha mortal en el Everest, ha sido el de mayor magnitud en casi 80 años en Nepal, desde que en 1934 un sismo causó unos 8 mil 500 muertos.

También es el peor que ha vivido la región en una década desde que en 2005 un temblor causó una tragedia de grandes dimensiones en la Cachemira, con un balance de más de 84 mil muertos.

Información de Excélsior y El País, España