Más de 200 personas resultaron heridas, ocho de ellas en estado grave, luego de que la policía reprimiera este miércoles una manifestación de profesores en Curitiba, capital del Estado de Paraná, en el sur de Brasil; unas 45 personas fueron atendidas en varios hospitales de la ciudad, según datos oficiales.

Los profesores de la red estatal de enseñanza están en huelga y mantienen un campamento en Curitiba desde el pasado día 27 para protestar contra los cambios en el sistema de pensiones de los trabajadores públicos de Paraná, apoyados por sindicatos de educación primaria, secundaria y Universidad.

Unas 20 mil personas se unieron a la manifestación, que comenzó por la mañana pacíficamente; por la tarde, algunos manifestantes intentaron entrar a la Asamblea Legislativa regional, donde en ese momento tenía lugar la votación del proyecto de ley, que fue aprobado.

El profesor universitario Sérgio Gadini, en huelga desde el lunes, dijo que la situación es “absurda” y comparó el Gobierno regional de Paraná con una “dictadura regional de Brasil”. “Ellos no respetan los derechos humanos. Nunca vi a un Gobierno movilizar a un cuerpo de policía tan grande para una movilización pacífica”.

El enfrentamiento entre policías y manifestantes ocurrió en el Centro Cívico de Curitiba, un espacio que concentra las principales sedes del poder público

El gobernador de Paraná, Carlos Alberto Richa, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) movilizó a la Policía Militar para impedirles la entrada; los agentes arrojaron pelotas de goma, bombas de gas lacrimógeno y agua para dispersar a los manifestantes, que lanzaban piedras. Cinco personas han sido detenidas en los disturbios, según el diario local Gazeta do Povo.

“¡Parece una guerra!”, comentó en su cuenta de Twitter el alcalde de Curitiba, Gustavo Fruet, del Partido Democrático Trabajador, opositor al Gobierno del Estado.

La versión del Ejecutivo de Paraná fue muy distinta. En un comunicado oficial, lamentó los “enfrentamientos, agresiones y actos de vandalismo provocados por manifestantes” y señaló a infiltrados “armados con piedras, petardos, palos y barras de hierro”.

La acusación apuntaba al movimiento Black Bloc, grupos de jóvenes encapuchados y vestidos de negro que frecuentan las protestas y suelen ser acusados de ejecutar la quema de cajeros y los enfrentamientos con la policía.

Otros tres Estados de Brasil (Pernambuco, Sao Paulo y Santa Catarina) viven movilizaciones de profesores, que exigen mejores condiciones laborales.

Información de Excélsior y El País, España