Frente a la arrogancia del narcotráfico
A quienes no conocen otro lenguaje que
la violencia hay que hablarles en su idioma.
Winston Churchill
José Fonseca
Si alguien tenía duda de que un sector de la opinión ilustrada y de la opinión publicada empieza a comportarse como si lo que importara son únicamente sus hipótesis de trabajo elaboradas a partir del prejuicio ideológico, político y de la intolerancia, la duda la disiparon algunas reacciones por la violencia en Jalisco el pasado 1 de mayo.
Por supuesto que debemos preocuparnos por los bloqueos, los incendios de vehículos, de gasolineras y el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad que resultó en el derribo de un helicóptero militar que costó la vida de seis personas. Son expresiones de la arrogancia de la banda criminal denominada cartel Jalisco Nueva Generación.
A diferencia de otras mafias que procuran mantener bajo perfil, para mantener el funcionamiento de sus criminales actividades, el cartel de Jalisco enfrentó a las fuerzas federales y estatales que se disponían a desplegarse para combatirlos.
Algunas reacciones, difundidas en los medios, muestran que hechos como los ocurridos el 1 de mayo hacen que de pronto todos seamos expertos en asuntos de seguridad, cuando en realidad, fuera del gobierno los estudiosos del tema se cuentan con los dedos de las manos, y nos sobran dedos.
Los partidos han reaccionado con una mezquindad que debiera avergonzarlos, pues aprovechan la situación para capitalizarla electoralmente. Por supuesto que iría contra la naturaleza de cualquier político dejar pasar la ocasión de criticar al adversario, pero la situación de Jalisco reclama solidaridad de todos.
Los grandes simplificadores aprovechan para exigir que se abandone la lucha contra el narcotráfico. O sea, piden la rendición de la república a las bandas criminales.
A pesar de tantas y delirantes opiniones, la mayoría de los ciudadanos sólo quieren que se empiece a recuperar la tranquilidad. Y, a pesar de los corazones sangrantes de las ONG, nacionales e internacionales, los ciudadanos de a pie quieren que se combata a las bandas criminales sin darles cuartel.
Para ese combate es fundamental respaldar a todos los que enfrentan a las mafias, a los soldados, a los marinos, a los policías federales, a los investigadores y a tantos policías estatales y locales que, pese a todo, exponen a diario la vida.
Cuando menos hacerles saber que, a pesar de algunos delirantes, la mayoría de los mexicanos reconocemos sus esfuerzos y sacrificios.
jfonseca@cafepolitico.com
