Alejandro Maldonado Aguirre, de casi 80 años de edad, fue elegido como el nuevo vicepresidente de Guatemala tras la renuncia de Roxana Baldetti, quien anteriormente cumplía el cargo.

La Interpol señaló al secretario privado de Roxana, Juan Carlos Monzón, como un importante líder de una mafia que controlaba el ingreso de mercancías ilegales en las aduanas del país. Roxana Baldetti, en su cargo como vicepresidenta, ayudó a escapar a   su secretario alertándolo y facilitando su huida.

En este sentido, se espera que Maldonado Aguirre pueda esclarecer este escándalo de corrupción para tratar de recobrar la transparencia en las acciones gubernamentales.

El escándalo envuelve a la clase política guatemalteca

“La señora” como era llamada en la sociedad guatemalteca, dimitió de su cargo de manera voluntaria para apoyar con las investigaciones que sean requeridas por las autoridades. La renuncia llega luego de que funcionarios judiciales apoyados por varias organizaciones no gubernamentales revelaran a Baldetti como parte de una red de aduanas que recibían cuantiosos sobornos por evitar de impuestos a todo tipo de mercancías en las aduanas del país.

El escándalo señaló a Juan Carlos Monzón como líder de la red pero también estaría presuntamente implicado el propio presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina.

La principal organización gubernamental que destapó 40 casos de cobros ilegales y contrabandos asociados a Baldetti es la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). La Corte Suprema de Justicia recibió los expedientes y aseguró que había evidencia suficiente para retirarle la inmunidad a la ex vicepresidenta.

Miembros de este organismo y de la sociedad civil se han manifestado en las calles de Guatemala desde el 1 de mayo exigiendo la renuncia no solo de Baldetti sino también del mandatario de la nación.

La red de corrupción

Conocida como “La Línea”, llevaba operando en las aduanas por lo menos desde hace un año, cobraba a empresarios y diversos usuarios a cambio de modificar la carga tributaria. Importaciones de diversa índole incluido el contrabando.

Aunque se desconocen las cifras oficiales del fraude a los guatemaltecos, se tiene el registro que un miembro de “La Línea” logró recaudar 2.5 millones de quetzales, equivalente a 330 mil dólares o unos 5 millones de pesos en tan sólo una semana.

Hasta ahora van 27 implicados, entre ellos el director del sistema tributario de Guatemala, Omar Franco y Carlos Muñoz, asociado del director.

La orden de aprehensión corre también para el ex secretario particular de la vicepresidenta de quien se había mencionado antes, Juan Carlos Monzón quien se encuentra prófugo. Se cree que está refugiado en Corea del Sur cuando se le vio por última vez en una gira al lado de Roxana Baldetti. Se han realizado redadas de búsqueda en oficinas y viviendas desde mediados de abril pero no se sabe hasta ahora de su paradero.

El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala, Josué Baquiax, admitió en entrevista con la BBC que el primer mandatario está igualmente comprometido porque ha defendido a su vicepresidenta.

Cabe mencionar que la corrupción en Guatemala es similar a la de México. Nuestro vecino del sur ocupa el lugar 115 de 174 este año en el ranking de corrupción. Y México ocupa el lugar número 108, es decir, el 80% de la sociedad percibe a la clase política dentro de unos niveles muy altos de corrupción. Es curioso reconocer que ambos países han tenido un incremento en este índice desde hace un quinquenio cuando sus puntuaciones oscilaban en cantidades menores a los 100 puntos.

La renuncia de Baldetti y el nuevo vicepresidente mantienen las tensiones dentro de la sociedad guatemalteca en espera de respuestas claras. Transparencia y gobernabilidad, son las demandas de hoy en día en México y Guatemala.

Con información de BBC/El País