Influenciados por la inestabilidad financiera mundial, los precios de los alimentos permanecerán altos por lo menos en los próximos diez años, reconoció este lunes el nuevo director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el brasileño José Graziano da Silva.

Electo la víspera de la segunda jornada de la 37 Conferencia de la FAO, Da Silva manifestó que los elevados precios de los alimentos provocarán problemas a los países importadores: “Mientras no se alcance una situación financiera mundial más estable, los precios se verán impactados”.

El brasileño Da Silva, ex ministro de Seguridad Alimentaria durante el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, anunció una nueva era de la FAO de “transparencia y democracia”, y confirmó su voluntad de superar la división entre países del norte y del sur del mundo.

“Los países del norte —dijo—, que son los donadores más importantes, no están en mi contra. Tras las elecciones todos se han comprometido a apoyar a la agencia”.

Subrayó que existe “una preocupación especial” por Centroamérica y El Caribe, sobre todo a causa de las crecientes emergencias naturales que enfrenta esa región debido al cambio climático y que impactan en su seguridad alimentaria: “Ahora todos los años hay desastres naturales (en la zona) y tenemos que enfrentarlos de manera más permanente. Tenemos que incorporar en nuestra agenda el tema de las emergencias”.