El presidente francés, François Hollande, protagonizó en Berlín, junto a la canciller alemana, Angela Merkel, su rechazo al sistema de cuotas para refugiados propuesto por la Comisión Europea.
Hollande mostró firmeza en su negativa a establecer ciertos porcentajes fijos de inmigrantes con derecho a asilo para acoger en cada país de la UE, sin embargo, al mismo tiempo reconoció la necesidad de que se acuerde un reparto más justo de los refugiados, que ahora recae principalmente en países como Alemania o Suecia. Las cuotas en el derecho al asilo “no tienen sentido”, consideró Hollande, repitiendo una idea que ya anunció el primer ministro francés, Manuel Valls, el pasado fin de semana.
El mandatario francés así confirma su oposición al sistema presentado en días anteriores por la Comisión Europea que trataba de compensar el desigual reparto de refugiados que llegan a la UE.
Alemania, como país que más asilados políticos recibe, lleva tiempo insistiendo en la necesidad de buscar un sistema más justo.
Merkel y Hollande han anunciado que encargarán a sus ministros de Interior que busquen un sistema para repartir la carga y que la base de su trabajo conjunto será la propuesta presentada por la Comisión, que desde el principio recibió críticas de países como Reino Unido.
España, que en principio se mostró más positiva, también ha criticado recientemente los cálculos hechos por Bruselas al considerar que indicadores como la tasa de paro deberían tener un mayor peso en la fórmula que determina el porcentaje de asilados que corresponde a cada país.
Según la propuesta de la Comisión, Francia debería asumir una cuota del 14 por ciento de las peticiones de asilo en momentos de crisis, un porcentaje superior a los que solicitaron asilo el año pasado en Francia (el 11 por ciento).
Diálogo sobre cambio climático
Hollande visitaba Berlín con motivo del llamado Diálogo del Clima de Petersburgo, un foro informal que busca que la cumbre del clima que se celebrará a finales de año en París sea un éxito.
En un comunicado conjunto, Francia y Alemania se comprometen a “emprender todos los esfuerzos necesarios” para alcanzar un acuerdo de cambio climático “ambicioso, global y vinculante”. “Nos esforzaremos para descarbonizar totalmente la economía global a lo largo de este siglo”, agrega el comunicado.
Merkel también ha sugerido la posibilidad de que la UE amplíe sus objetivos de reducción de emisiones más allá de los ya fijados.
“La UE ya mandó una señal clara el año pasado al anunciar que reduciría para 2030 en al menos un 40 por ciento sus emisiones respecto a 1990, pero el término ‘al menos’ deja la puerta abierta a volver a reflexionar si debemos realizar cambios”, aseguró la canciller.
Información de El País, España