El primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron anunciará una nueva ley de inmigración que faculte a las autoridades a confiscar el salario recibido por inmigrantes ilegales, a fin de hacer de su país “un lugar menos atractivo para trabajar ilegalmente”.
El anuncio se hará el próximo miércoles durante el tradicional discurso de la Reina, la medida se roma luego de que se diera a conocer que se registró el año pasado una inmigración de 290 mil trabajadores, frente al objetivo de 100 mil anunciado en campaña por el partido conservador.
La medida busca castigar a los trabajadores extranjeros que no tienen regularizada su estancia en el Reino Unido; también se faculta a los distritos municipales a llevar a tribunales a los caseros que alojen ilegales. Los trámites de deportación se agilizarán y los inmigrantes verán seriamente reducidas las posibilidades de una pelación.
Información El País