El peor proceso electoral

 

 

Muchas veces, las leyes son como las telarañas:

los insectos pequeños quedan prendidos en ellas;

los grandes las rompen.

Anacarsis

 

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Este proceso electoral se esta convirtiendo en uno de los más desaseados en la historia tan joven de la democracia en nuestro país no sólo por la conducta del Partido Verde Ecologista de Mexico; así, este instituto político ni es verde, porque ha sido desconocido y rechazado por los partidos verdes del mundo, y no tiene nada que ver con la ecología y la defensa del medio ambiente, ya que son largos los documentales que demuestran que no trabajan por estos tópicos e incluso algunos de sus líderes han posado para revistas con colecciones de animales disecados o pieles exóticas.

Es la esencia de las cosas las que nos hacen reconocerlas como tales, y en este caso si este partido no sustenta con hechos su naturaleza pues se esta presentando ante los ciudadanos como una caricatura y una farsa; “por los frutos los conoceréis” dice un viejo proverbio Violar una y otra vez las disposiciones legales, las determinaciones de las autoridades electorales y encima pagar las sanciones con dinero publico de sus prerrogativas son sus frutos.

Ninguna autoridad ha puesto un alto en definitiva, los seguimos viendo en millones de spots de radio y en televisión nacional, a todas horas aparecen con su vales y propuestas sustentadas en la violación constante y sonante de la ley y de las disposiciones de la autoridad; nadie ha ni siquiera pedido que se revisen a fondo las arcas del Verde, cuánto dinero han recibido, de parte de quién y cómo se ha destinado, a detalle. Por la salud democrática de este país es necesario que se imponga el imperio de las instituciones y la ley; no existe antecedente alguno de un desafío tan franco y directo de un partido político a las autoridades; sin duda se sienten protegidos por el dinero y el control del gobierno hacia los organismos electorales y los programas, o qué acaso no es el gobierno federal el que dio sustento a las propuestas de vales; al menos sustento en el imaginario colectivo, porque en los hechos no dan resultados estos programas milagro.

Las multas sólo han servido al Verde como una especie de apuesta a que entre más lo multen, más viole la ley; como si de un hijo berrinchudo que impone su voluntad se tratase porque sabe que tiene y ha ejercido el control de sus padres.

Si a todo esto sumamos el desprestigio de las guerras mediáticas entre los partidos políticos, el excesivo uso de recursos públicos en dádivas, compra de votos, entrega de televisiones y para acabarla de amolar la exhibición del árbitro electoral con el espionaje telefónico que lo exhibe como alguien superficial y que discrimina, sumemos las sentencias con criterios políticos y no jurídicos de los tribunales electorales. Todo esto en conjunto hace que éste sea el peor proceso electoral de México.

@perezcuevasmx

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