No se cuenta con información de quien es el comprador de lo que parece haber sido la subasta más cara del mundo.

La pintura “Las Mujeres de Argel” pintada por Picasso en 1955 fue comprada por uno de los posibles 50 multimillonarios de la revista Forbes. Se estima que la persona que lo adquirió debería de tener al menos una fortuna de 18 mil millones de dólares, por lo que la compra del Picasso le habría implicado tan sólo el 1% de su fortuna.

Para algunos, el incremento de los precios ofertados y comprados por obras de arte ha subido cada vez más, lo cual, es un claro reflejo de la desigualdad del mundo.

Recientemente, una escultura de Giacometti se vendió en la onerosa cantidad de 141 millones de dólares aunque en las subastas de arte, se identifica a gente con ingresos cada vez más altos.

Un economista asoció el sueldo promedio de algunos profesionistas y llegó a la conclusión que el incremento anual de sus ingresos  es periódico, es decir, se comportan como en un fractal. El porcentaje de incremento anual de entre los mejor pagados como socios en despachos legales, dentistas exitosos, directores ejecutivos de compañías aumenta en patrones que se repiten de forma más específica.

Esta tendencia  nos lleva a pensar que cada vez más hay gente que considera a los millones de dólares como algo cotidiano y que de proponérselo, podrían pagar obras de arte muy costosas sin poner en grave riesgo su economía.

Con información de The New York Times.