Multimillonarios de todo el orbe se hospedan en hoteles de lujo, rentan mansiones o chalets tipo suizo de gran confort para recibir sus pasaportes. Basta sólo con permanecer un año en Malta, la pequeña isla arriba de Sicilia para, en donde se hablan maltés e inglés como lenguas oficiales, para obtener los beneficios del nuevo programa de inmigración del pequeño país.

Los pasaportes que tienen un costo cada uno de 1.2 millones de euros (1.3 millones de dólares), cantidad que sólo podría pagar el 1% de la población del mundo, han levantado críticas a la vez que se han puesto de moda. Financieros rusos, chinos, turcos y vietnamitas han sido los primeros en adquirirlos. Los residentes solamente deben comprobar que han rentado una propiedad en la isla o bien, comprobar el estado de cuenta de algún hotel sin siquiera haber residido físicamente en los inmuebles para ser candidatos a comprar su pasaporte; esta situación ha colocado a Malta en el foco de atención dentro de los paraísos fiscales de todo el mundo.

Malta quería expandir su crecimiento económico bajo el programa de ciudadanía del gobierno laborista en el 2013, lo que atrajo protestas de inmediato pero el programa sigue en pie. “Queremos atraer individuos que puedan sumar valor a nuestro país debido a sus ideas, sus redes de contactos, sus negocios y su talento,” señaló Jonathan Cardona, administrador del programa de ciudadanía maltés. Junto con el programa de ciudadanía vino también un programa de estricto control de lavado de dinero y control de criminales. “Queremos atraer a los verdaderos peces gordos”, puntualizó Cardona.

Con información de The New York Times.