Entrevista a Edgar Ortiz Arellano/Profesor de la Universidad La Salle

Ofelia Alemán García

El futbol nunca ha dejado de perder, mucho menos el bolsillo de Joseph Blatter ni de sus operadores. Sin duda, los que menos pierden son los patrocinadores. Hasta los gobiernos de los países anfitriones tienen algo que ganar en los torneos internacionales de la FIFA.

Se dice que Joseph Blatter “vendió” las sedes. ¿Cuál sería el interés de la FIFA en realizar una copa del mundo en Rusia o en Qatar, y no en Estados Unidos, China o Europa? Rusia, bajo el mandato de Vladimir Putin, ha despegado varios proyectos internacionales de gran revuelo. El control del Ártico, la cuestión estratégica del petróleo, la modernización de las fuerzas armadas soviéticas, el liderazgo regional.

Rusia tiene un escenario cada vez más complicado. En entrevista para Siempre!, Edgar Ortiz Arellano, catedrático de la Universidad La Salle, habló al respecto.

La Guerra Fría aún no termina

¿Para quién son oportunos estos escándalos de corrupción en la FIFA?

Son oportunos para quienes les interesa el escándalo. Hay un trasfondo político, geopolítico y económico. Esto va más allá de la destitución del presidente de una institución deportiva. En los últimos años hemos visto una confrontación entre Rusia, Europa occidental y Estados Unidos. Y el actual campo de batalla es la FIFA. Además, aprovechan el cambio y la reelección en el interior. Este escándalo es muy oportuno para esos actores.

¿Por qué Rusia busca la sede del Mundial?

Todos los países que buscan la sede de la copa del mundo quieren destacar; es un escaparate mundial. En los últimos años, Rusia ha tratado de destacar en los ámbitos económico, político y militar. En este contexto, Rusia se quiere presentar ante el mundo todavía como una potencia, una potencia deportiva importante —no sólo como una potencia regional o como parte de un grupo de países emergentes, los BRICS—, sino realmente como una potencia de alcance mundial.

Normalmente los países que desean la fama internacional buscan este tipo de eventos deportivos para lucirse ante el resto del mundo y mostrar su potencial económico, su infraestructura, el turismo. Es importante considerar también la entrada de divisas que generan estos eventos. Brasil, por ejemplo, invirtió bastante en el Mundial pasado para generar recursos pero tuvo bastante dificultades económicas para sostenerse.

Rusia está tratando de posicionarse como una potencia global, como una potencia abierta, aparentemente democrática, que puede ofrecer algo más que conflictos internacionales; está tratando de limpiar un poco su prestigio internacional.

Este choque entre bloques, nos recuerda la Guerra Fría…

La Guerra Fría no ha terminado. Desde que comenzó en 1945, aunque Gorbachov desmanteló la Unión Soviética, a pesar de la caída del muro de Berlín, la Guerra Fría ha continuado, ha habido una guerra de baja intensidad. La guerra total, de Raymond Aaron, un libro clásico para entender este periodo, relata la Europa del siglo XIX, pero me parece que es la Europa del siglo XX y lo que va del XXI.

Por una parte, aunque el orden internacional está abogando por la interdependencia compleja, el desarrollo global, los valores universales, Rusia ha seguido la lógica de contraponerse al dominio total de Estados Unidos.

Por otra parte, el poder de Estados Unidos ha venido en decadencia. Joseph Nye en 2010 en la revista Foreign Affairs, escribió un artículo sobre el declive de la dominación estadounidense por lo que también busca recuperar de alguna manera aquellas glorias perdidas después de la posguerra.

 

Mucho dinero de por medio

¿Le quitarán la sede mundialista a Rusia?

No lo creo, más bien se la van a complicar bastante. El Departamento de Justicia de Estados Unidos, ayudado por los suizos, quienes están haciendo más pesquisas, junto con Europa occidental, específicamente con Michel Platini, empezará a investigar más casos de corrupción. Parece ser que sí hay un grave problema con la selección de las sedes. Hay mucho dinero de por medio, muchos intereses. Además muchas empresas involucradas tienen su sede legal en Estados Unidos.

Pero Rusia se va a defender de muchas maneras. Hasta tenemos declaraciones absurdas como la de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, apoyando a Rusia y pidiendo una reconfiguración de la FIFA. Es un escenario muy complicado. También hay que considerar los “roces” militares entre Estados Unidos y Rusia, hace un par de días y el año pasado, entre aviones soviéticos y la Marina norteamericana. Si bien es cierto que Rusia es el gran ganador en el conflicto de Ucrania, a pesar de que Estados Unidos y Europa le han impuesto serias sanciones económicas, Rusia se sigue defendiendo con la lista de funcionarios vetados dentro del territorio soviético. No creo que le quiten la sede, pero los protagonistas de esta historia no quedarán bien parados.

@ophelyas

Edgar Ortiz Arellano es doctor en gestión estratégica y políticas del desarrollo, especialista en geopolítica, desarrollo global y capitalismo.