Entrevista a Claudia Dangond Gibsone/Profesora de la Pontificia Universidad Javeriana
Ofelia Alemán García
La izquierda vive dos realidades en América Latina; el progresismo y el ala radical de esta ideología conviven en esta latitud de tal forma que gobiernos como los de Kirchner, en Argentina, o el recién finalizado mandato de José Mujica, en Uruguay, contrastan con los mandatos que encabezan Evo Morales, Manuel Correa y Nicolás Maduro, en Bolivia, Ecuador y Venezuela, respectivamente.
El chavismo es el mismo reflejo de este fundamentalismo suramericano y que probablemente sea el que elegimos los capitalinos el pasado 7 de junio. Morena es una izquierda radical cuyos principios férreos encuentran un símil futuro en Venezuela, un país sumido en una crisis humanitaria sin límites. Este tipo de izquierda llenó las urnas del hartazgo en cinco delegaciones de la Ciudad de México.
En Siempre! platicamos con especialistas en estudios latinoamericanos que nos brindan su opinión al respecto. Luis Leandro Schenoni es catedrático de la Universidad Católica Argentina y Claudia Dangond Gisbone, de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia, ambos internacionalistas y especialistas en temas latinoamericanos.
Venezuela dejó de ser democrática: Claudia Dangond
¿Hay un complot mundial para derrocar el chavismo?
No como tal pero sí hay una preocupación cada vez más creciente que ojalá sea para salvar a la ciudadanía venezolana más que para derrocar el chavismo. Hay que salvarla de un régimen que se ha vuelto totalitario, despótico, absolutamente antidemocrático y con unos vicios de dictadura cada vez más fuertes. No es que sea un complot para derrocar el chavismo sino todo lo contrario, es para poner atención y convocar la mayor cantidad de países y organismos multilaterales y hacer presión para que liberen a unos presos políticos, para que respeten el derecho del opositor, para que respeten las libertades de expresión en un país que ya dejó de ser democrático.
¿Cuál es el tipo de izquierda que está representada en Venezuela?
Esto que hay en Venezuela ya dejó de ser izquierda. Alguna vez ellos lo llamaron “el socialismo del siglo XXI”; no es ni socialismo ni es del siglo XXI, es una cosa totalmente retrógrada que además terminó siendo una fachada para cubrir una ola de corrupción en el interior del propio sistema que ellos han creado. Allí están todos los escándalos de los vínculos con el narcotráfico, del enriquecimiento de las autoridades. No sé cómo calificar este régimen. Las izquierdas son una opción importante y hay algunos países que han consolidado una opción de izquierda muy interesante.
Colombia, por ejemplo, a partir de la apertura democrática en 1991, abrió espacios que antes no tenía para las alternativas. En Venezuela eso no sucede porque al igual que en Colombia, los partidos se llenaron de vicios y corruptelas, lo que dio paso a un personaje como Chávez; no se constituyeron en alternativas y muchísimo menos en una izquierda.
¿El bolivarismo sigue vivo?
Simón Bolívar se está revolcando en su tumba mientras Chávez y otros mandatarios dicen que lo están representando. Nada hay más lejano de Bolívar que Chávez y todo lo que lo rodea. Se ha tergiversado profundamente el sentido de Bolívar, de la unión latinoamericana y los intentos de hacer una patria grande. Lo que han hecho es tergiversar y confundir sobre lo que ha significado Simón Bolívar para este lado del continente.
Venezuela sin futuro si la comunidad internacional no reacciona
La reciente visita de Felipe González y la intercesión del papa Francisco ¿son intervencionismo?
Es la utilización de una figura publica respetada en el ámbito internacional, es una voz que se puede oír y que hace visible un problema humanitario, eso es en lo que se ha convertido Venezuela para un gran porcentaje de la ciudadanía de ese país. Descalificaría a todos aquéllos que dicen que es una injerencia externa que contraviene los principios de derecho internacional. Precisamente de lo que se trata es de rescatar los valores democráticos en ese país.
¿Venezuela tiene futuro?
Ojalá tuviera una respuesta. Me preocupa mucho el futuro de Venezuela como Estado, pero sobre todo de las personas que permanecen allí porque no se han podido ir. Si la comunidad internacional no reacciona en conjunto, obviamente sin contravenir principios de la legalidad, para generar cada vez más presión a ese gobierno que cada vez está más deslegitimado y que tiene a Venezuela sumida en una crisis, se va a convertir en un país sin futuro. La crisis social, la situación económica y política son un drama del cual no tenemos ni siquiera suficientes noticias porque han coartado todas las vías de comunicación y las libertades de expresión. Las historias de los venezolanos que llegan a Colombia como país limítrofe nos dejan aterrados. Se viene gente tanto con posibilidades económicas como gente que no las tiene, todos aterrados al ver la falta de futuro en su país y con la incertidumbre que vive Venezuela en este momento.
En América del Sur hay dos tipos de izquierda: Luis L. Schenoni
¿Cómo podemos entender la crisis venezolana?
Lo que está pasando en Venezuela es lo mismo que está sucediendo en términos generales con varios gobiernos de izquierda en América Latina que también están pasando por una crisis de gobernabilidad aunque en menor intensidad como en Brasil. Venezuela es un caso extremadamente violento que comenzó a principios del año pasado, con la primera ola de violencia que dejó 40 muertos. Y desde entonces ha crecido a un espectro más amplio. El gobierno ha mantenido una posición autoritaria, alejándose cada vez más de la democracia.
¿Qué tipo de izquierda hay en Venezuela? ¿Es el prototipo latinoamericano?
En Venezuela se encuentra representado un tipo de izquierda latinoamericana pero no es el prototipo. En América del Sur hay dos tipos ideales de izquierda: la izquierda menos radical, más moderada, como Bachelet, en Chile; Lula Da Silva, en Brasil; los Kirchner, en Argentina; los gobiernos uruguayos de Mujica. Y del otro lado tenemos una izquierda con un discurso más radical, como los gobiernos de Rafael Correa, en Ecuador; Evo Morales, en Bolivia, y Hugo Chávez, en Venezuela. Esta izquierda radical surgió del superávit comercial venezolano del año 2002 debido a sus ingresos petroleros. Estos gobiernos adquirieron un esquema financiado con ese carácter que tuvo como marco la Alianza Bolivariana para las Américas; éste es el tipo de izquierda que está ahora en crisis en América del Sur.
Simón Bolívar era mucho más liberal
¿El bolivarismo sigue vigente?
Simón Bolívar tenía otros ideales muy diferentes al neobolivarianismo o a lo que se interpreta como bolivarianismo. Él era un personaje mucho más liberal de acuerdo con las ideas de su tiempo. Aunque tenía un componente de americanismo o latinoamericanismo importante, en realidad no es muy parecido a la izquierda actual.
Los mandatarios que visitan Venezuela, como Felipe González, ¿son intervencionistas?
No, las visitas intentan dar solución a un problema mayor en Venezuela, que no ha conseguido buenas mediaciones a través de los mecanismos regionales tradicionales. En el caso de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), por la supresión política doméstica, Venezuela se ha transformado en un caso que ni Brasil en particular ni otros gobiernos alrededor están dispuestos a cooperar abierta o públicamente, ni para apoyar ni para contradecir al gobierno de Nicolás Maduro. Por lo tanto Unasur ha quedado descartado como un posible mediador. Lo mismo ha sucedido con la OEA (Organización de Estados Americanos), pero en este caso por voluntad del propio Maduro. Entonces han surgido algunos jefes de Estado que podrían servir como potenciales mediadores. En el caso de Juan Manuel Santos (mandatario de Colombia) es porque también está muy involucrado en las negociaciones de Colombia con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia); en el caso de Felipe González, por su tradicional pertenencia al PSOE (Partido Socialista Obrero de España), que es un partido de izquierda, y que en España es un actor importante en las relaciones iberoamericanas. Pero de cualquier forma, por estos recientes acontecimientos, se da a entender que ni siquiera este tipo de actores pueden lidiar con una situación como la venezolana en donde Maduro parece ser muy inflexible en lo que respecta al reconocimiento de sus opositores en el diálogo.
Maduro no es Chávez
¿Hacia dónde se dirige Venezuela?
La crisis venezolana, que a estas alturas ya lleva un año y tres meses, por el momento encuentra una región en problemas junto con Colombia, quien tiene un proceso de paz muy frágil con las negociaciones con las FARC. Brasil está también en una situación muy difícil enfrentando un ajuste económico y una campaña muy activa de la oposición pidiendo un juicio político para declinar el mandato presidencial. Y por último, el caso de Argentina enfrentando elecciones.
Éste es un momento delicado para América del Sur porque que los mecanismos como Unasur o el Grupo de Río (24 países del continente americano incluido México pero sin Estados Unidos ni Canadá) que anteriormente aportaron algún tipo de solución a las crisis de gobernabilidad, ahora se encuentran, por esta situación regional, bastante trabados y no muy propios a resolverla. A esto se suma la situación general de la región, sobre todo de los miembros más grandes, en estancamiento económico provocado por una caída de los commodities (productos básicos).
La crisis de Venezuela junta muchos factores: la falta de una región que pueda aportar una solución desde fuera, la crisis económica de Venezuela azuzada por la caída de los precios del petróleo y una crisis política interna. Esta crisis política interna tiene dos efectos: que Maduro no es Chávez en su capacidad de liderazgo y de carisma, y el segundo elemento es que el partido socialista venezolano tampoco tiene un liderazgo claro, no tiene un alineamiento claro detrás de Maduro. Hay otros líderes dentro del poder —como Diosdado Cabello— que disputa en buena medida el poder de Maduro como presidente del país y del partido. Las condiciones no son muy buenas y es posible que el futuro próximo de Venezuela sea menos auspicioso de lo que es hoy.
@ophelyas

