Los mexicanos ya no perdonan corruptelas

 

José Luis Camacho Acevedo

 

 

Los resultados de esta jornada electoral dejaron muchas lecturas, una de ellas el hartazgo de la ciudadanía del bipartidismo, pero más que nada de la corrupción que representan actualmente los partidos políticos en general.

 

La abrumadora victoria de los candidatos independientes, que sin el respaldo económico y la maquinaria electoral de un partido político, lograron vencer a sus rivales, algunos de estos apoyados por grandes campañas televisivas, es solamente un reflejo de la transformación del electorado mexicano.

 

Como en otros países, las redes sociales son ahora fundamentales y constituyen una excelente herramienta para enviar efectivos mensajes a la ciudadanía, porque permiten la retroalimentación inmediata del ciudadano.

 

Por ello, quien tiene la capacidad y el interés de escuchar a su interlocutor podrá continuar con su estrategia de comunicación y, en caso de ser necesario, reacomodar el mensaje para mejores resultados.

 

Jaime Rodríguez, el Bronco, fue el gran ganador al gobierno del estado de Nuevo León, y utilizó las redes sociales a su favor. En su primera entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, el candidato independiente señaló que debido a la falta de recursos económicos para una campaña televisiva, la suya tendría como columna vertebral las redes sociales.

 

Al respecto, el periodista Sergio Sarmiento realizó un recuento del espacio televisivo al que tuvieron acceso sus rivales, y resulta que Ivonne Álvarez, del PRI, y Felipe de Jesús Cantú, del PAN, tuvieron tres mil spots de televisión y ocho mil de radio cada uno. El Bronco sólo tres spots de televisión y 20 de radio.

 

¿Puede entonces ganarse una elección sin televisión?, la respuesta es sí y, además, con una amplísima ventaja, pues apenas juntando los votos de todos sus adversarios podrían llegar a emparejarlo.

 

Otro ejemplo de cómo sí es posible obtener la victoria sin grandes recursos económicos es el caso de Pedro Kumamoto, quien ganó una diputación local en el estado de Jalisco.

 

Días antes de las elecciones, el diario español El País realizó un reportaje sobre Kuma, como se hace llamar el primer diputado independiente de Jalisco, en donde se enaltecía su hazaña de conseguir una campaña exitosa con recursos mínimos.

 

“La gente está cansada del sistema de partidos”, aseguraba Kumamoto, quien transmitió su propuesta a través de las redes sociales, en una de ellas con gran éxito: Youtube.

 

Por su parte, Manuel Clouthier Carrillo, ganador del Distrito V para diputado federal por Sonora, postulado como candidato independiente, aseguró varias veces durante su campaña que las redes sociales eran su fuerza independiente, que gracias a ellas podía llegar a un mayor número de personas.

 

El hijo de Maquío Clouthier, quien después de conocer los resultados se proclamó ganador, obviamente a través de sus redes sociales, ha prometido que volverá a San Lázaro a fortalecer a los independientes, en donde su primera iniciativa será bajar recursos económicos del Estado destinados al gasto corriente de los partidos políticos, para los candidatos independientes.

 

En Guanajuato, el primer candidato independiente en gobernar un municipio es el médico veterinario José Alberto Méndez Pérez, el también llamado Bronco de Guanajuato, quien gobernará Comonfort; de acuerdo con su análisis de resultados, su victoria se debe en gran medida al contacto directo con la gente, el cual se pudo acrecentar con el apoyo de las redes sociales.

 

¡Y el quinto está en Morelia! Alfonso Martínez, otro candidato independiente, le ganó la presidencia municipal al priista Jaime Darío Oseguera. En este caso, el virtual vencedor de la contienda prometió investigar los vínculos del crimen organizado con el actual gobierno.

 

Esta propuesta tuvo una amplia respuesta en las redes sociales, pues a muchos morelianos cansados de la corrupción e impunidad esta propuesta les bastó para llevarlo al triunfo.

 

Es así que en este proceso electoral: 125 de 500 postulantes lograron el registro como candidatos independientes a diversos cargos de elección popular, pero sólo cinco lograron ganarles a sus adversarios.

 

El número puede parecer pequeño, pero, si se observa la gran desigualdad de condiciones en las cuales compitieron, es una gran cifra.

 

Es de reconocerse su logro, el cual además de haber sido conseguido debido a la creciente apatía y descontento de la ciudadanía frente a los partidos políticos, también se logró porque los candidatos independientes lograron innovar y consiguieron multiplicar sus pocos recursos económicos para obtener mejores resultados.

 

Porque otros que dispendiaron recursos económicos fueron los del Partido Verde, que en plena veda electoral usaron las redes para ganar electores por medio de tuits de famosos, sin esperar que la respuesta de la ciudadanía sería negativa.

 

Porque los mexicanos, por lo visto, ya no perdonan las corruptelas.