Ricardo Muñoz Munguía
La imaginación es la sangre del espíritu, es la invención que germina del deseo y acaricia el cuerpo con las sensaciones que le son entregadas. La poesía, entonces, se vuelve el medio por donde han de vagar/imaginar los instantes/versos del cuerpo.
El poemario Lo que no imaginas…, de Sara Uribe (Querétaro, 1978), es un cuadro con los colores del erotismo, de lo amoroso, de la desesperanza, del cuerpo, del tiempo, de los reflejos, de la imaginación. La poeta, quien reside en Tampico, Tamaulipas, traza múltiples escenarios y lo hace desde lo impalpable, que es la fe o lo que genera la imaginación.
Lo que no imaginas… es el tiempo que parece no avanzar, es una estatua que dicta, un escenario donde la espera es el personaje principal, imágenes que luchan contra los instantes que parecen empujar poco a poco para mostrarse densamente “es un escenario un sueño diseccionado por un voyeur por una mirada omnisciente que puede ver a un ángel sin maletas ni boleto ni remitente ni destino vagar por laberintos sin minotauros deambular cada noche entre aeropuertos y vuelos y nombres demorados…”. Por otro lado el tiempo se desata, los pasos avanzan en “diciembre” o en una estación del año o bajo la lluvia o “en la hora equivocada”…
La poeta abre un camino en el que el erotismo se asoma continuamente, en destellos en prosa. Lo amoroso cobra presencia y así, el cuerpo se ilumina; por otro lado las horas, los días, los meses, las estaciones del año son fragmentos por donde transita la imaginación “…lo que no imagino, lo que no imaginas, lo que nadie imagina, lo que nunca imaginamos, lo que jamás imaginó tu rencor, lo que jamás imaginó mi soledad, lo que imaginan los que nos imaginan”.
Por último, es interesante asomarse a lo que se produce en nuestro país, borrar de algún modo lo que constantemente, cuando visitamos algún punto del interior de la República, llegamos a escuchar de que en el centro se concentra toda la cultura, y de cierto modo hay razón. Hay razón porque se les toma mínima atención a las ediciones que tienen poca difusión o que sólo se distribuyen en su estado. Claro, es de referirse a las publicaciones con logros, como Lo que no imaginas…

