El diario de Christiane Burkhard
Los vínculos entre distintas disciplinas creativas suelen estar convocados por el azar, la circunstancialidad y la búsqueda desde la interioridad del creador que se topa de manera ineludible con un dique que se puede convertir en manantial aunque en su decurso inicial aparezca como un proceloso camino más cercano del espesor paralizante que del flujo translucido.
Camino. Taan u Xiimbal de Christiane Burkhard es la búsqueda de quien se sumerge en la tierra como medio —con la imagen benjaminiana que niega a la memoria su atributo de instrumento explorador del pasado—; claro, los medios siempre están activados por motivos que aspiran a reconstruir los imponderables del destino y mantener vivas las ausencias, cuyo silencio es afirmación y no agotamiento de la vida.
Así fue como la documentalista regresó a su infancia y excavó hasta encontrar los vestigios más lejanos de su existencia, inseparable de la voz y convivencia de su padres, quienes murieron cuando ella tenía doce años de de edad. El resultado de la interminable indagación de sus orígenes y la sublimación del duelo, encontraron transformación, sublimación y reposo en su primera película Vuela, Angelito (2001).
La interdisciplina ha definido la trayectoria y la conjunción del trabajo de Burkhard: de la antropología a la investigación periodìstica; entre la historia y la autobiografia —de la primera a la segunda persona—, del autoconocimiento a la andadura del cine. Palabra e imagen; voz y escena; diálogos del silencio que rescata parlamentos de terceras personas que luchan siguiendo los vestigios del recuerdo, sobreponiéndose al olvido. En esa lucha la investigadora, que alterna la pluma y la cámara, se obstina por resituar la identidad como fin primegenio y postrero; el medio será la construcción de la memoria entre el testimonio, la invención y la ficción.
Pasado social
Nacida en Heildelberg (1967), cuya Universidad (1386) es la más antigua de Alemania, Burkhard reside en México hace más de dos décadas, donde se encontró con una sabia emigrada cuya figura, trayectoria y longevidad —que abarcaron tres siglos— tiene rasgos novelescos inverosímiles: Mariana Frenk-Westheim (1898-2004) se identificó con ella e hizo propia una de los lemas de la traductora de Rulfo al alemán referente a la abolición de las nacionalidades, junto a Anne Huffschmid realizó el documental La emperatriz de México: retrato de una cosmopolita (2006): la voz penetrante de la primera persona narra en su idioma el periplo de su condición de judía a finales de los años treinta en la Alemania hitleriana y su llegada a México con su esposo, su hija y su hijo en 1930; el documental nos introduce a la vida de una mujer dotada y privilegiada para testimoniar hechos relevantes de la vida sociocultural de México. Burkhard se identifica con la humanista; la lengua es un signo de identidad y la memoria una herramienta para reflexionar, melancolizar y racionalizar la experiencia de la vida con el derecho que confiere la palabra.
Burkhard funde existencia del pasado social (la colectividad envuelta en las decisones del poder y las acciones de los individuos que se yerguen en el presente luego de haberse enraizado así sea para que al instante se remueva se cave hasta llegar a los orígenes más remotos y dar cuenta del Yo presente, constituido de los hilos de la memoria.
La memoria no es sólo asignatura multidisciplinaria universitaria en boga entre los investigadores; en las pesquisas y reflexiones el estudioso con oficio y compromiso —más allá de los libelos seudoideológicos— se resitúa ante sus congéneres, su colectividad cotidiana, laboral y anímica; se delinea y reconfigura los cimientos y el edificio identitario.
Las literaturas del Yo son ante todo una indagación, proyección manifiestas de la identidad; la búsqueda personal se socializa como Chrisitane Burkhard lo logra en Trazando a Aleida (2007) reconstruir la historia de Aleida y Lucio Antonio, hermanos que fueron separados en su infancia (1975), tras la desaparición de sus progenitores, durante la álgida época de la “guerra sucia” en México. Ella se entera del paradero de su hermano en el transcurso de la documental que de la cineasta alemana: entre la revelación y la reconstrucción de Yo interior, social, aun, jurídico.
La identidad es el tema esencial de las investigaciones y realizaciones cinematográficas de Burkhard, concebidos también desde la invención y la creación con ritmo, cimientos y apariencias estéticas y disciplina ética; aserto que el lector podrá corroborar al leer En camino. Taan U Xiimbal. Diario de una excavación/ anotaciones al margen de una película.
Estamos ante un diario híbrido que concentra la reflexión de una viajera que se integra a la cultura maya; comprueba que es viva, intensa, plena en imponderables y rituales; sombreada por el abandono y la discriminación a las sociedades indígenas que el Estado ejerce en silencio, confinamiento o con restricciones, expropiaciones y violencia.
Este diario se despliega, se desborda hacia otros géneros y funciones escriturales (reflexiones fragmentarias que podrían ser punto de partida de ensayos humanísticos y que son los esbozos metodológicos y autoanálisis anímicos); con nerviosismo se estaciona por instantes en citas que dan cuerpo al texto (“escribir es re/citar”, anota; “filmar también es citar”) ya convertido en cuaderno de trabajo, entre la glosa, listas de lecturas por realizar, de encuentros, actividades que rodean el proyecto, gestación y filmación de una película en la que enlaza, una vez más, la tierra natal con la adoptiva.
Recuerda cómo viajó a Dresde, al Museo del Libro a admirar, sin proponérselo en una suerte de peregrinación, el Códice Dresde (Codex Dresdensis), libro sagrado de los mayas de Chichén Itzá y considerado el libro más antiguo escrito en el continente americano que se conoce y sobreviviente a la consumación de las llamas del legado escritural maya.
Sujeto racional
Un elemento más entre la geografía y la identidad se significan. Aparece en la cineasta una evocación de su abuela, quien con sus dos hijos, abordaron el último tren de Dresde a Heidelberg antes del bombardeo a Dresde (los ataques aéreos de Estados Unidos entre el 13 y 15 de febrero de 1945).
El diario se inicia en julio de 2010 (con el título: “Me acuerdo”, en cuya línea final se lee: “El primer impulso es caótico pero poco a poco las ideas comienzan a tomar forma”) y concluye el último día de 2012, al finalizar el viaje a la península de Yucatán; Burkhard ha concluido la filmación de su película que, asimismo, la regresa a la primera, cuyos padres, la pérdida, los asideros existenciales y la búsqueda de una identidad que se eleva sobre las fronteras geográficas.
Aunque se puede ser ingenuo ni tan idealista, hay rasgos inherentes a cada sujeto racional. De una de las diversas listas, usuales de los cuadernos de notas, se transcriben tres líneas seguidas: “Cine de ensayo que ver/ Fechas y huesos (sic) que contar/ Mi deber, ser alemana/ Se me han olvidado tantas cosas”.
Desde la frase el deber de ser alemana podría leerse entre líneas este diario. Iríamos desde lugares comunes —no por ello falsos— hasta la fascinación por la capacidad de aliar y confrontar como leitmotiv (obsesión, dicho de otra manera) la racionalidad y las emociones, el método y la improvisación creativa; la meditación, que alcanza el mutismo y la acción que alcanza el tropiezo.
Es comprensible: para su publicación el texto fue reordenado, incluso estructurado (con una introducción mítico-simbólica sobre las ocho Pléyades observables a simple vista, cuyos nombres una división, entre otras, al texto. El registro narrativo posee un vaivén entre elevaciones y caídas, algunas precipitadas, entre la escritura coloquial (“escribir como se habla” o se escribe para uno mismo) y la sintaxis formal siempre fluida e intensificada por el vórtice en que se arremolinan la reflexión, la programación de un proceso creativo y las acciones que lo abarcan todo: la vida cotidiana, íntima (que aquí emerge con formalidad; los atrevimientos se concentran en la escritura misma y no en el anecdotario).
En camino… es un ejemplo de un proceso creativo integrado al proceso de transformación de una investigadora que crea y una creadora que racionaliza desde un sinfín de dinteles enciclopédicos que usa con sagacidad e inusual economía de medios.
Christiane Burkhard, En camino. Taan U Xiimbal. Diario de una excavación/anotaciones al margen de una película, México, Surplus Ediciones, 2015.