El acuerdo alcanzado este lunes por el primer ministro griego Alexis Tsipras y los demás miembros de la zona euro representa un gran esfuerzo para Grecia; para mantenerse en la zona euro, Tsipras debió aceptar importantes medidas de ajuste a cambio de un rescate financiero por un monto de hasta 80 mil millones de euros.

Privatizaciones, reforma del sistema de pensiones y del mercado laboral, la simplificación del IVA o la presencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el plan de rescate son algunas de las condiciones que tuvo que aceptar el gobierno heleno.

Uno de los puntos principales del acuerdo es la creación de un fondo con 50 mil millones de euros al que Grecia deberá transferir sus activos privatizables, que servirán para disminuir la deuda.

Ese fondo, una idea de Alemania y que estará controlado por la eurozona, fue uno de los principales puntos que dificultó la negociación; finalmente el fondo estará en Grecia y no en Luxemburgo, como pedía Berlín.

Otro aspecto importante del acuerdo es que para acceder a un programa de rescate del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) la presencia del FMI constituye un prerrequisito, lo que supone un revés importante para el gobierno de Tsipras, quien rechazaba la participación de este organismo en el nuevo rescate y había llegado a hablar de su “responsabilidad criminal” en las medidas de austeridad.

Los griegos también deberán aceptar reformar el IVA, el sistema de jubilaciones y abrir a la competencia sectores protegidos como el de transporte o energía; además, para brindar mayor seguridad a sus socios europeos, Atenas deberá reformar su oficina de estadísticas (Elstat), que había sido acusada de manipular datos macroeconómicos.

Respecto al pago de la deuda, el Eurogrupo se declara dispuesto a tomar medidas adicionales, como el aumento de los plazos de vencimiento, pero resalta que no puede haber una quita; lo que se configuró como uno de los reclamos principales de Tsipras tras la victoria del “No” en el referendo sobre las condiciones de los acreedores.

Por otra parte, el Eurogrupo se compromete a un plan de 35 mil millones de euros para apoyar el crecimiento y la creación de empleo en los próximos cinco años.

Justa posición

En declaraciones a la prensa en el avión en el que regresó de su viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay, el papa Francisco consideró este lunes “justa” la posición del gobierno de Tsipras respecto a la situación de Grecia.

“Los gobernantes griegos que llevaron al país a esa situación de deuda internacional tienen una responsabilidad y el nuevo Gobierno griego comenzó una revisión justa”, dijo el pontífice.

Francisco admitió que no entiende mucho de la cuestión, pero, en respuesta a preguntas de los medios que viajaron con él, aseguró que escuchó que Naciones Unidas estaba preparando un proyecto sobre la posibilidad de que un país se declare en bancarrota, “que no es lo mismo que el default (quiebra)”.

Además, dijo que “sería simple decir que es culpa sólo de una parte” el que se haya llegado a una situación como la de Grecia; y expresó su deseo de que finalmente se encuentre una vía para resolver la situación griega e instó a crear “un camino de vigilancia para que otros países no vuelvan a caer en el mismo problema”.