Entrevista a Adalberto Santana / Director del CIALC-UNAM / Exclusiva para Siempre!
Nora Rodríguez Aceves
“El imperio del Chapo, el cártel de Sinaloa introduce miles de toneladas de marihuana, cocaína, heroína y metanfetaminas en Estados Unidos cada año por medio de túneles, aviones y submarinos. Opera por lo menos en 78 ciudades de Estados Unidos. Se cree que controla casi 60 mil kilómetros cuadrados de territorio mexicano. Ha ganado miles de millones de dólares, y su nombre apareció en la Lista de Poder Global de la revista Forbes en 2009. Soborna o mata policías, soldados y a aquéllos que lo traicionan. Sus coterráneos lo consideran un héroe del pueblo”, escribe Malcolm Beith en su libro El último narco. Su captura.
Por eso, Adalberto Enrique Santana Hernández, director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la Universidad Nacional Autónoma de México (CIALC-UNAM), asegura en entrevista con Siempre! que la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán ha tenido mucho impacto en Estados Unidos, sobre todo en la ciudad de Chicago en donde estaba considerado como enemigo número uno de la sociedad, pero cuando es detenido en febrero de 2014 aquí en México y llevado a Almoloya deja de establecerse este mecanismo de alerta. Sin embargo, hoy que escapa de nueva cuenta es puesto como el enemigo número uno de la ciudad.
“¿Por qué en Chicago? Porque hay una gran comunidad mexicana, especialmente de gente de Guanajuato, de Zacatecas, de Michoacán, hay diversas comunidades de la república mexicana que están organizados; además porque se supone que es un gran centro de operatividad de los distintos cárteles de México, en especial del llamado Cártel de Sinaloa, entonces las autoridades de esa ciudad ponen en alerta esta situación con el Chapo y tienen evidentemente repercusión internacional.”
Efectivamente, apunta Santana, “la economía norteamericana es la que más contribuye al enriquecimiento de las actividades ilícitas del narcotráfico, incluso se habla de que el cártel de Sinaloa opera en más de 50 países tanto de América del Norte, Europa y Australia, es decir, estamos hablando de una trasnacional mexicana y su gran monopolio trasnacional que interviene directamente en las redes de consumo de las drogas a escala internacional; y la misma DEA, la agencia antidrogas norteamericana, calcula que este Cártel de Sinaloa es responsable de la introducción del 25% de las drogas ilegales que entran en territorio estadounidense y por eso es una preocupación para ellos esta segunda evasión del Chapo Guzmán de un penal”.
El 11 de julio pasado, por la noche, la Comisión Nacional de Seguridad confirmó la fuga de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias el Chapo, líder del Cártel de Sinaloa, del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número I del Altiplano, que resguarda a los narcotraficantes y delincuentes más peligrosos.
Escueto comunicado
De acuerdo con el Comunicado de Prensa Núm. 363: “A las 20:52 horas del sábado 11 de julio, en el Sistema Penitenciario de Videovigilancia del Penal Federal del Altiplano I, se observó que Guzmán Loera se aproximó al área de la regadera dentro de la estancia 20 del pasillo 2, donde habitualmente, además de su aseo personal, lavan sus enseres”.
“Al prolongarse la no visibilidad del interno, se ingresó en la celda, la cual se encontraba vacía, por lo que de inmediato se emitió la alerta correspondiente por la probable evasión del mencionado recluso.” Así se inició el protocolo correspondiente, con lo que la Comisión Nacional de Seguridad confirmaba la fuga del Chapo Guzmán.
Ésta es la segunda vez que el zar de las drogas se fuga de un penal de máxima seguridad, la primera fue el 20 de enero de 2001 cuando se escapó de la prisión de máxima seguridad federal de Puente Grande, en el estado de Jalisco.
Desde su fuga en ese entonces, se convirtió en el segundo hombre más buscado por el FBI y la Interpol después de Osama Bin Laden.
Hay que recordar que después del arresto de Osiel Cárdenas, del Cártel del Golfo, Joaquín Guzmán se convirtió en el principal traficante de drogas de México. En 1993 fue detenido en la ciudad de Guatemala, y extraditado a nuestro país, pero ocho años después se fugó de la prisión de máxima seguridad y fue reaprehendido el 22 de febrero de 2014 durante esta administración de Enrique Peña Nieto.
Adalberto Santana Hernández estudió la licenciatura, maestría y doctorado en Estudios Latinoamericanos en la UNAM y, desde sus inicios, su línea de trabajo se ha centrado en el pensamiento político latinoamericano y temas como el narcotráfico y la migración.
Entre sus publicaciones figuran los libros: México-Honduras, una relación horizontal; El pensamiento de Francisco Morazán; El narcotráfico en América Latina, entre otros.
De acuerdo con Santana, esta fuga del Chapo Guzmán “obedece a un personaje que tiene la capacidad técnica, financiera, económica y operativa para poder hacer una evasión de esa índole, que parece cinematográfica, de las películas hollywoodenses, pero también lo que está mostrando es la gran habilidad y la capacidad de uno de los principales dirigentes o empresarios del narcotráfico o de las drogas ilegales en México, que puede realizar este tipo de acciones”.
Su fortuna aceita mecanismos
Aunque es difícil medirlo, la revista Forbes, por ejemplo, de 2012 señalaba que era propietario de más de mil millones de dólares; si llegara a tener esa fortuna o la mitad de todo ello, tiene una capacidad financiera para poder aceitar distintos mecanismos para evadir la prisión. Lo que técnicamente vimos en las imágenes de los videos que presentaron las autoridades mexicanas, y que dice la policía, de que escapó por el túnel ¡es verdad!, pues tiene la capacidad financiera, técnica y operativa para realizar todo ello porque representa los intereses de una de las empresas más importantes que hay en México, en América Latina y en el mundo dentro del crimen organizado que es el llamado Cártel del Pacífico, Alianza de Sangre o Cártel de Sinaloa. como es reconocido.
Luego de la fuga del narcotraficante la agencia AP dio a conocer que de acuerdo con documentos internos de la Agencia para el Control de Drogas estadounidense (DEA por sus siglas en inglés) obtenidos por ellos, “los planes de escape del Chapo no debieron de sorprender mucho a las autoridades mexicanas, porque la DEA los había alertado”, ya que “los agentes antidrogas conocieron información sobre planes de evasión del capo, en marzo de 2014, un mes después de que el líder del cártel de Sinaloa fue capturado en Mazatlán”.
En este sentido, el autor de El narcotráfico en América Latina explica que “la DEA estará algo molesta y los organismos de inteligencia norteamericanos, porque lo que hace ver exactamente es que el fenómeno de la corrupción y el fenómeno de la impunidad sigue permeando a la sociedad mexicana, y lo que puso en evidencia la fuga del Chapo Guzmán no fue tan sólo la corrupción sino la gran capacidad que tiene uno de estos dirigentes o empresarios del narcotráfico para poder entrar en esas tuberías de la corrupción, en esas tuberías de la debilidad estructural del Estado mexicano, y poderse evadir de una prisión de máxima seguridad”.
Aunque también “sabemos que las agencias como la CIA —la Agencia Central de Inteligencia— ha financiado narcotraficantes en particular cuando ocurría la guerra en Centro América y específicamente contra los sandinistas. Ellos proveían de armas a la contra y la contra los proveía de drogas, le pagaba con drogas a la Agencia Central de Inteligencia, es algo que forma parte de ese esquema de dominación financiera, económica y militar en la cual se mueve este tipo de organismo y que, evidentemente, se habla de que la CIA o la DEA tenían conocimiento, eso lo dio a conocer una agencia de prensa pero la DEA no lo ha reconocido explícitamente”.
La CIA también trabaja en las sombras
La “CIA ha tenido un papel relevante en el mundo de las drogas, surge precisamente como un organismo de las operaciones —digamos— secretas que realiza el gobierno norteamericano, es una especie de inteligencia y contrainteligencia a escala mundial en la que opera y tiene una serie de redes de información que le hacen ver un panorama de cómo está operando el mundo, y en particular en el caso de este tipo de organizaciones que operan en lo que se conoce como la economía sumergida, es decir por abajo de lo que conocemos o de lo que se ve, y en esas redes en que operan en la sombra, la Agencia Central de Inteligencia opera también en la sombra, no es una institución abierta sino un órgano de inteligencia norteamericana que opera precisamente en la sombra, y entonces tienen esa red de información que saben cómo funciona buena parte de este tipo de organizaciones, que va reclutando información de agentes dentro de esta misma operatividad.
Pero también “les ha costado tener problemas en ubicar de repente a quién consideran sus aliados fundamentales; pensemos en Osama Bin Laden, en que fue agente de la CIA cuando él encabezaba guerrillas en Afganistán contra la ocupación rusa, por ejemplo, y más tarde se le revierte este agente de la CIA y genera lo que supimos con el ataque a las Torres Gemelas y la CIA tardó años en descubrirlo, hasta que lo fue a encontrar en Paquistán donde estaba y fue ubicado y asesinado directamente por comandos especiales de estas organizaciones norteamericanas”.
De ahí que Adalberto Santana afirma: “Si la CIA y la DEA, organismos de la seguridad norteamericana estuviera tras las huellas del Chapo Guzmán, seguramente serían quienes tendrían la capacidad, quienes pudieran enterarse dónde está en este momento el zar de las drogas, algunos dicen que estará en las fronteras de Guatemala con Belice, se alertó a Estados Unidos. A mi entender, en Guatemala es difícil que pudiera estar, porque el actual presidente de Guatemala, el general Otto Pérez Molina, fue precisamente el que lo detuvo la primera ocasión en aquel país y lo entregó a las autoridades mexicanas para que fuera recluido en la cárcel durante su primera prisión”.
Por lo tanto, ahorita, “el Chapo está nadando como un pez en el agua, es decir, debe de estar ahí en sus redes en las que funciona, y ahí es donde la CIA y los organismos secretos de Estados Unidos tendrían que poner su debida atención para detectarlo, tienen la capacidad, la tecnología para hacerlo, pero también como están involucrados en el negocio del narcotráfico pues tendría que sacarle jugo a esta situación”.
La narcoburguesía mexicana
Además también hay “un elemento central, que no es un monopolio estadounidense, es un monopolio de origen mexicano, este Cártel de Sinaloa, pues representa una narcoburguesía no norteamericana sino una narcoburguesía mexicana y sus intereses”.
Estados Unidos queda fuera de este negocio, “no tiene el control de un monopolio, del más importante de los que manejan buena parte de la economía mundial, que es la venta de drogas. Tan sólo pensemos que, después de la industria del petróleo, la que más derrama deja es la industria del narcotráfico: 500 mil millones de dólares que genera anualmente a escala mundial, según datos de la narcoeconomía”.
Y es esto lo que está detrás de esta fuga del Chapo, “el no tener el monopolio de esta gran industria que está concentrado, en el caso mexicano, en los llamados cárteles de la droga, cómo podemos identificar la diversidad de cárteles que hay en el caso mexicano o estas empresas, mejor dicho, del narcotráfico en México, el Cártel de Sinaloa, El cártel de Tijuana, el Cártel de Ciudad Juárez, el Cártel del Golfo, el de los Zeta, el de la Familia michoacana, el de los Templarios, y así podemos seguir consecutivamente con una gran cantidad de fragmentos de esta serie de empresas del narcotráfico”.