El objeto de la educación es formar

seres aptos para gobernarse a sí mismos,

y no para ser gobernados por los demás.

Herbert Spencer

 

Carlos Alberto Pérez Cuevas

La decisión de desaparecer el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) llega tarde, pero eso es mejor que mantener el statu quo que se había generado durante décadas en esta entidad federativa, cuna de la temida sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y de células de seudoprofesores que, en lugar de dar clase y aprender nuevas herramientas para aplicarlas en la educación de sus alumnos, se especializaron en violencia, bloqueos y acciones guerrilleras para generar un espacio de poder político, social y sobre todo un gran negocio económico, que en los primeros años de este sexenio les redituó privilegios que los hicieron perder la dimensión de las cosas y cada vez exigir mas prebendas al gobierno a cambio de evitar marchas, bloqueos, interrupciones electorales y lo que se les ocurriera en el camino.

Está claro que lo ultimo que les importaba —lo que parece que nunca fue así— era la educación de sus alumnos que muchas veces perdieron el ciclo escolar, y los pocos que tuvieron clases, éstas fueron deficientes por falta de maestros y los pocos que había no se daban abasto para la alta demanda que se generó, los padres fueron amedrentados por exigir un derecho de ellos y una obligación de la autoridad; el extremo han sido las humillaciones públicas de docentes que sí aman su vocación de educar y quieren prepararse y ser mejores.

Las conductas de los falsos maestros no son resistencias a una reforma educativa, lo que ellos hacen es delinquir abiertamente, y hasta antes de la decisión de desaparecer el instituto, actuaban bajo cierto cobijo de la autoridad estatal y federal.

No importa si fue con el apoyo o no del gobierno federal; haber tomado la decisión de enfrentar este problema es de reconocerse y ojalá no quede sólo en anécdota y vayan hasta el fondo de las cosas, por lo pronto las decisiones parecen firmes y espero que se mantengan así hasta el final.

Con esta decisión se excluye de cargos directivos y unidades administrativas a todos aquéllos que ocuparon un cargo sindical.

El decreto aprobado por el gobernador Gabino Cué determina que los casi cuatro mil maestros con plaza de base y que se encontraban en la estructura administrativa deben regresar a las escuelas a dar clases.

Esta acción bien pensada y ejecutada tomó por sorpresa a los cabecillas de este movimiento magisterial; el gobierno se empeña en mandar mensajes de que no tolerará reacciones violentas, vamos a ver qué sigue, porque el reto no es menor, debieron en este gobierno aprender de la historia y aplicar el procedimiento que se realizó para la extinción de Luz y Fuerza del Centro, bien se dice que nadie aprende en cabeza ajena, se tardaron mucho, pero si la decisión es para cambiar de fondo, más vale tarde que nunca.

 

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