EDITORIAL
Con motivo de la fuga del Chapo Guzmán, el periodista italiano Roberto Saviano, autor del libro Gomorra, dijo que en México se venía combatiendo el crimen organizado con métodos de hace 40 años, y que una de las debilidades estribaba en la definición que se da a los cárteles.
Los cárteles —señaló Saviano— no son narcos, son mafias. Organizaciones con una estructura económica, estrategias de financiación, comercio e, incluso, objetivos políticos muy claros.
Es el caso de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), a la que el gobierno federal asestó un golpe magistral al desaparecer el IEEPO (Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca). Y un doble tiro de gracia al congelar las cuentas bancarias del mismo, donde se han encontrado, hasta ahora, mil 800 millones de pesos, cuyo origen oscuro lo ubica como lavado de dinero.
La inmensa riqueza de la CNTE y de sus líderes corruptos contrasta con la inmensa pobreza de la educación pública en Oaxaca.
Mexicanos Primero, la única instancia que se ha atrevido a denunciar los abusos e ineptitud de una cúpula magisterial delictiva, ha dado cifras que evidencian la hipocresía de un movimiento que se dice socialista, pero que ha despojado a los niños oaxaqueños no sólo del derecho a educarse, sino de tener acceso a la superación.
Los señores del IEEPO tenían en su nómina a 114 mil supuestos jubilados y a varios difuntos; a 300 mil personas en calidad de aviadores; sueldos superiores a los que recibe un gobernador y que oscilaban entre los 60 mil y los 297 mil pesos mensuales; recursos millonarios de origen público, manejados arbitrariamente y al margen de todo tipo de declaración.
El golpe al espinazo de la mafia magisterial es del tamaño de los recursos que manejaba. En el presupuesto 2015, el gobierno local le había asignado al IEEPO 17 mil 788 millones de pesos contra los 14 mil millones que recibió el año pasado.
Es decir, el IEEPO iba a contar con una asignación ocho veces superior a la del sector salud de Oaxaca e iba a recibir seis mil millones de pesos más que todos los municipios de la entidad.
Esto significa que el país ha tolerado durante décadas una de los atracos y uno de los oprobios más grandes cometidos contra un pueblo pobre. Un pueblo —el oaxaqueño— sometido, castigado, ultrajado, en sus derechos fundamentales por quienes dicen ser sus pares. “Pobres” explotando a los pobres, para ellos enriquecerse.
La oferta de Andrés Manuel López Obrador a la CNTE para formar una alianza con Morena es lo único que faltaba para tener la radiografía completa. “Dios los hace y ellos se juntan.” Dos organizaciones muy parecidas en populismo e hipocresía. Las dos, sin duda, muy democráticas y las dos utilizando la ignorancia y la necesidad de la gente para hacer de la lucha social un negocio.
¿Qué sigue? Sigue que el gobierno no se “arrugue”.
@PagesBeatriz