Luego de que por lo menos siete personas contrajeran cáncer, entre militares y civiles, que trabajaron en los procesos judiciales a detenidos, de las que tres han fallecido, la Marina de Estados Unidos procesa una queja presentada por una abogada militar que pide el desalojo de una zona de la base militar de Guantánamo, Cuba.

En un comunicado, la portavoz de la base naval, Nelly Wirfel, dijo que “nos tomamos muy seriamente cualquier preocupación sanitaria” y que “trabajando con funcionarios medioambientales y sanitarios, la Marina está analizándolo para identificar qué pasos pueden ser necesarios para abordar estas preocupaciones”.

La queja también pide realizar pruebas médicas al personal de las instalaciones judiciales en la base, reportó Reuters, quien dio a conocer el escrito, y analizar si la base de Guantánamo, con una extensión de 116 kilómetros cuadrados al sureste de Cuba, es portadora de partículas cancerígenas.

La queja, que fue expedida por la militar que laboró algunos años en los procesos judiciales en la base, no apela que los casos de cáncer hayan afectado a los presos internos en Guantánamo por ser sospechosos de terrorismo, ya que esas zonas de detención –establecidas en 2002 después de los atentados del 11-S, se sitúa en otra área de la base, que actualmente mantiene a 116 internos.

El documento alega que las personas enfermas podrían haber sido expuestas a agentes cancerígenos al trabajar y dormir en un complejo judicial, en el que tiempo atrás fungia como bodega de combustible para aviones.

De acuerdo con los medio locales, la situación sanitaria de esa instalación en Guantánamo se ha configurado como una preocupación desde hace tiempo para los abogados, de hecho, hay letreros que recomiendan no beber agua corriente.

La queja se amplía al señalar que un edificio en el que mantuvieron en un inicio a los reos podría contener amianto.

En los últimos diez años, cerca de 200 personas han trabajado en las instalaciones de Guantánamo. Los abogados, por ejemplo, llegan a la isla sólo para atender los juicios de los presos.

A las comisiones militares las han vinculado en casos polémicos desde su inicio en 2003; la base ha acogido 779 reos, pero sólo ocho han tenido un juicio para ser condenados.

Los casos de cáncer, de distinta tipología, se han reportado en años recientes; en el último año han muerto a causa de la enfermedad tres personas, de entre 35 y 52 años. La última víctima fue Bill Kuebler, hace dos semanas, un comandante de la Marina que trabajó como abogado entre 2007 y 2009; entró de adolescente al penal.

Expertos de la salud aseguraron a Reuters que sin información detallada será complicado llegar a una conclusión, como si la tasa de diagnóstico de cáncer es o no anormal.

Siete casos entre 200 personas podrían ser una tasa normal si son diferentes cánceres los que han reportado, además en personas mayores, pero sería extraño si las víctimas son jóvenes con el mismo tipo de cáncer.

Por su parte, ante las acusaciones de tortura en la cárcel, el presidente estadounidense prometió cerrar la prisión en el 2010, aunque la imposición del Congreso de mandar presos a EU ha hecho que su intención se prolongue a lo largo ya de cinco años.

Información de Excélsior y El País, España