Entrevista a Raúl Benítez Manaut | Investigador del CISAN de la UNAM | Exclusiva para Siempre!
Ofelia Alemán García
El cambio de embajadores siempre es un asunto protocolario sobresaliente en la política internacional. Sin embargo, hay embajadores de alta prioridad dada la importancia estratégica de los países involucrados. Al compartir una de las fronteras amuralladas más incómodas del mundo, ser un vecino históricamente polémico, así como también primer socio comercial, la figura del embajador de Estados Unidos en México es un asunto muy controvertido.
La designación de Roberta Jacobson —la ingeniera del restablecimiento de las relaciones estadounidenses con Cuba— es para México una prestigiada figura que ha abierto las puertas a la crítica de la designación de su contraparte mexicana, Miguel E. Basáñez, de quien se dice que no cubre el perfil.
“Pero nunca nadie va a estar contento cuando nombran a un embajador. Si nombran a un político mexicano, van a decir que no tiene contacto con Estados Unidos o que no habla bien inglés. Si nombran a uno que vive en Estados Unidos, dicen que no tiene contacto con la realidad mexicana”, refiere en entrevista exclusiva para Siempre! el doctor Raúl Benítez Manaut, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.
Será respetado
¿Miguel Basáñez cubre el perfil para ser embajador?
Aunque falta la ratificación del Congreso, sí es una persona con capacidad para ser un buen embajador. Lo digo como académico, porque es también un académico muy reconocido en Estados Unidos, con una trayectoria de 20 años, que le da muchas ventajas. Conoce perfectamente ese país y sus problemas, los temas de la relación bilateral, habla perfectamente inglés y, además, conoce a los interlocutores de ambos países. Será respetado porque los norteamericanos tienen respeto por quien habla bien su idioma y los entiende bien, Basáñez cumple con esos requisitos.
Entonces él, al igual que la señora Jacobson, tendrán que actualizarse cuando lleguen a su puesto en la embajada, en todos los asuntos pendientes. Es un embajador que tiene que interactuar mucho con el Senado y el Congreso de Estados Unidos, y tiene esas capacidades. Al mismo tiempo va a ser representante del presidente Peña Nieto por su cercanía con él, tiene acceso directo al presidente y eso es muy bueno.
¿Temas pendientes en la agenda bilateral?
Hay temas que siempre están presentes porque son fenómenos que cambian a lo largo del tiempo pero la esencia allí está. Uno de los temas más complicados, en materia de seguridad, es el narcotráfico y los problemas asociados: tráfico de armas, de migrantes que cargan drogas, las construcciones en la frontera, extradiciones. Otro asunto es el migratorio —que para Estados Unidos es un tema asociado a la seguridad.
Para México, el principal problema es el tránsito de migrantes centroamericanos que viajan hacia Estados Unidos a través del territorio mexicano y los problemas asociados, como los niños migrantes, la corrupción de autoridades mexicanas, los reclamos de los gobiernos centroamericanos, el reclamo del gobierno estadounidense. También estará presente el tema de los mexicanos en Estados Unidos y sus derechos. Las leyes migratorias de Estados Unidos siempre son un tema pendiente de la agenda mexicana.
Implementación de la reforma energética
¿Qué podemos esperar en estos dos últimos años de Barack Obama?
Los dos años finales del gobierno de Obama representan un cambio muy importante respecto a los cuatro primeros años de su primera administración. Los problemas de derechos humanos en México, tanto para el Senado como la Cámara de Representantes los tiene muy preocupados. La situación de los periodistas de Veracruz se agrega a las violaciones de derechos humanos. Hay cartas firmadas por 92 representantes, y otra por 14 senadores, que son muy duras, donde exigen que se mejore la situación de derechos humanos. En estos últimos dos años, estamos viendo al verdadero Obama, al defensor de los derechos civiles, y eso lo traslada a política exterior. Esa parte de la relación será difícil.
Aunque la reforma migratoria siempre tiene sus peros, Obama hizo lo que pudo en la materia. Algunos sectores no están muy contentos con ello pero es importante la forma en como se plantea la regularización de migrantes indocumentados.
¿Y sobre la reforma energética?, ¿el petróleo?
La reforma energética forma parte de una de las preocupaciones más importantes de los dos embajadores que llegarán a México, quienes tendrán que empaparse de este asunto. La agenda bilateral se integra por una gran cantidad de temas que son más de 30 o 40; la energía es uno de los principales. Hablamos de energía en muchos sentidos, algunos lo restringen sólo al petróleo, pero eso no es cierto. La energía eléctrica es muy importante, especialmente en el intercambio en algunos puntos de la frontera. El asunto de las propiedades de las empresas también está asociado a la reforma energética. Hay muchas empresas de Estados Unidos interesadas en invertir en México, así como también Pemex tiene muchos intereses en ese país.
Al salir Obama, ¿se va también Roberta Jacobson?
Estados Unidos no opera con esos criterios. El nombramiento de la señora Jacobson es del Departamento de Estado, ratificado por el Senado. Si llegara un presidente hostil a México, como John Kerry, quizá cambie. Si llega Hillary Clinton, seguramente la embajadora Jacobson se quedará, será una embajadora a cuatro, cinco o seis años.
¿Y si llegara Donald Trump?
Donald Trump se está convirtiendo en el principal candidato de los republicanos, su discurso ha polarizado mucho el discurso republicano. Para México sería más saludable una campaña hecha por Jeb Bush, pero en las campañas de los partidos políticos, México no influye, sino el sentimiento del pueblo estadounidense. En ese sentido, Trump está despertando al norteamericano blanco, de clase media, de los estados del norte y a los más racistas. Lanza una campaña contra México y está elevando las simpatías en los republicanos. Pero llegará a un tope, y de llegar a la elección con ese discurso, tendría muchas probabilidades de perderla.
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El doctor Raúl Benítez Manaut es especialista en la política exterior de México y Estados Unidos y sus últimas investigaciones versan sobre temas de seguridad en las fuerzas armadas. Su más reciente publicación es Crimen organizado e Iniciativa Mérida en las relaciones México-Estados Unidos y próximamente presentará una colaboración en el libro La invasión al puerto de Veracruz publicado por la Secretaría de Marina Armada de México.
@ophelyas

