Jaime Luis Albores Téllez

El amor y el suspenso se entrelazan en un mar de sentimientos opuestos, que obligan a los personajes a reflexionar sobre su cotidianidad y quehacer literario. En Contigo en la distancia, de Carla Guelfenbein (escritora chilena), Premio Alfaguara de novela, 2015, también muestra lo complicadas que son las relaciones cuando se van cumpliendo o no las expectativas personales hasta llevarlos a la separación o a una nueva relación, que se verá de nuevo sujeta a los intereses egocéntricos de quienes tratan de entablar una comunicación donde el amor es el principal motor para la convivencia. Y es así que vamos conociendo a los personajes, (1) Daniel: quien es un arquitecto, vecino, que reconoce a la escritora Vera Sigall por una fotografía en el periódico, y nos cuenta que un día la encuentra muerta: “Me acuclillé a tu lado. Tus manos estaban crispadas, como si hubieran arañado cuerpos invisibles antes de rendirse. Un charco de sangre rodeaba tu cabeza. Te habías también rasmillado un brazo y una senda rojiza corría desde tu muñeca hasta tu codo. Tu camisa de dormir se había recogido sobre tus caderas, y tu pubis, lampiño y blanco, se asomaba entre tus piernas abiertas y envejecidas…”. (2) Emilia: quien llega a Chile, un par de meses antes que Vera Sigall cayera por las escaleras, y a la vez dejara al novio para poder conocer la obra y terminar la tesis que escribía sobre la autora. (3) Horacio: poeta, personaje que sirve como eje para toda la historia que cuenta Carla Guelfenbein. Horacio, un personaje controversial, se convierte en amante de Vera Sigall. Su relación se vuelve tormentosa cuando se interponen sus intereses intelectuales y sus egos de creadores. Y es así que cada personaje cuenta su relación con la escritora: Horacio, cuenta: “En el transcurso de los años escribí otros tantos poemarios. Muchos fueron aceptados con entusiasmo, pero ninguno tuvo ese resplandor que poseía el que Vera había intervenido. Un regalo al cual nunca dejé de aferrarme, temiendo que algún día alguien, tal vez la misma Vera, me lo arrebatara. Viví temiendo ese momento. El demonio, que al principio se había presentado ante mí bajo la forma de frustración, de rabia, de vergüenza y desprecio por mí mismo, con los años se fue destilando y transformando en miedo. Cuántas veces deseé que Vera estuviera muerta…”.

Contigo en la distancia es una novela que retrata a los seres humanos como una especie que no hay dos que se asemejen exactamente, quiero decir que no hay ni uno solo cuyo carácter se sostenga siempre. El hombre o mujer más capaz puede caer a veces en debilidades, el más honrado incurrir en faltas, y el más malvado obrar con rectitud. Y es como la autora muestra a los seres humanos como seres compuestos de contradicciones, donde las pasiones y estados de humor, tristeza, miedo, alegría, etcétera, pueden producir tantas diferentes conductas, acciones, al grado de producir incertidumbre para quien trate de sacar conjeturas sobre las formas de proceder en alguien en especial.

Carla Guelfenbein, Contigo en la distancia. Alfaguara, México, 2015; 360 pp.