Moscú confirmó este jueves que el envío de expertos militares a Siria, consiste únicamente en armamento y entrenamiento a las fuerzas del régimen del presidente Bashar Al Assad, en la lucha contra el terrorismo, con lo que niega que se trate de un plan de intervención militar, como teme EUA.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se pronunció en conferencia de prensa al decir “nuestra presencia militar nunca ha sido un secreto. Nuestros especialistas militares trabajan allí, ayudando al Ejército sirio a familiarizarse con nuestro armamento. Rusia no está dando en estos momentos ningún paso adicional”.
“En caso de que se requiera –agregó-, estos pasos los daríamos de acuerdo plenamente con nuestra legislación y las normas internacionales (…) A petición y de acuerdo con el Gobierno sirio o los gobiernos de otros países de la región, si se trata de ayudarles en la lucha contra el terrorismo”.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, confirmó la presencia de los altos militares luego de los rumores generados desde días atrás respecto a cuál es el verdadero alcance de la colaboración entre Moscú y Damasco; se habla de un supuesto inicio de operaciones rusas en Siria para el despliegue de tropas o el uso de la aviación con el fin de bombardear las posiciones del grupo yihadista Estado Islámico.
La funcionaria recalcó que es una ayuda por la lucha contra el terrorismo, por lo que considera una “grosería internacional” que se rechacen los vuelos para transportar ayuda a Siria.
Estados Unidos pidió recientemente a Grecia y Bulgaria que no permitan el uso de su espacio aéreo a estos aviones; al respecto, el ministro de Exteriores búlgaro, Daniel Mitov, dijo que están dispuestos a aprobar los sobrevuelos si las autoridades rusas permiten que los vuelos sean aprobados en un aeropuerto de Bulgaria.
También el viceminsiro de Exteriores ruso, Mijaíl Bogdánov, negó que se modificara la cooperación militar con Siria, tanto en el suministro de armamento como en el estatus de la base naval de Tartus; y el mismo presidente ruso, Vladimir Putin, ha desmentido el supuesto.
En occidente crecen especulaciones
Los desmentidos se dan en medio de una creciente preocupación que muestran las diferentes publicaciones en medios occidentales y a la preocupación expresada por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a su homólogo Lavrov, sobre el mayor intervencionismo de Rusia en la guerra siria, al miso tiempo de la crisis migratoria en Europa por el arribo de miles de refugiados sirios.
Asimismo, en las especulaciones se señala que Rusia puede haber incrementado el suministro de armamento pesado a Damasco con el fin de preparar el terreno para una intervención militar, para lo que estaría implementando con casas prefabricadas varios aeródromos del país árabe.
El Kremlin, que desde el inicio del conflicto apoya al régimen sirio y la negociación de Al Assad frente a la postura de Occidente, destacó este jueves que la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico no pueden ejecutarse en Damasco.
“La parte rusa ya ha subrayado en numerosas ocasiones que hay una amenaza evidente del EI, que ha ampliado su territorio la influencia y el territorio que controla. La única fuerza que puede hacer frente a este movimiento son las autoridades de Siria”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, por lo que “Rusia cree que es su tarea prestar asistencia a las autoridades sirias en su lucha contra este peligroso fenómeno”.
Putin únicamente ha planteado frente a Occidente la creación de una coalición internacional contra los yihadistas que incluya a Siria y a Irán, pero nunca se ha referido al despliegue de tropas o al envío de la aviación militar.
Sin embargo, por Europa se extiende paulatinamente la aceptación para que haya una intervención militar por parte de Rusia y acabar con más de cuatro años de guerra, incluso plantean una negociación con Al Assad, lo que hasta hace poco era inimaginable.
Información de El Universal y ABC, España