Joven, carismático, el que fuera presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy representó no sólo para su propio país sino para el mundo entero una esperanza. Eran años, los inicios de la década de los sesenta, cuando el mundo se hallaba inmerso en la Guerra Fría. Por igual, estaba en curso la invasión patrocinada por Estados Unidos de Bahía de Cochinos en Cuba, la crisis de los misiles en este país, el Muro de Berlín, el inicio de la carrera espacial, los movimientos de los derechos civiles y los inicios de la guerra del Vietnam.

El mundo creía que Kennedy enfrentaría con éxito estos desafíos, pero su asesinato el 22 de noviembre de 1963, en la ciudad texana de Dallas frustró de golpe ese sueño.

Kennedy fue en su tiempo el presidente más joven en la historia de su país; llegó a la Casa Blanca a la edad de 43 años y al momento de su crimen tenía 46 años. Había nacido el 29 de mayo de 1917 en Brookline, Massachusetts.