Deudas estatales

 

¿Pero por qué los funcionarios siguen gastándose todo el dinero de sus amos?

Nosotros, el pueblo llano, sudamos sangre como si fuéramos bestias de carga,

sólo para que los oficiales corruptos y codiciosos puedan engordar y no hacer nada.

Mo Yan

 

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Tan mal hacen las cosas algunos que terminan poniendo una marca indeleble en esas acciones que son tachadas de lo peor que puede suceder, y empiezo por referirme a la política, que desde hace ya muchos años es considerada como cuna de corrupción, enriquecimiento ilícito, espacio para saciar los intereses personales o de grupo por encima de los generales o de la sociedad, por ello esta noble tarea es desdeñada y mal calificada. No es la política la que está mal, es la forma de hacer política y las acciones de las personas que la realizan.

Basta que unos cuantos tergiversen las acciones legitimas de las instituciones y la sociedad se encargará de generalizarlas y desvirtuarlas, por unos cuantos pagamos todos. Desafortunadamente no sucede así con las buenas acciones y conductas, ésas pasan inadvertidas y son opacadas por el escándalo y contundencia con que son presentadas las malas acciones; buenos y malos hay en todos lados, pero la habilidad de hacerse notar de quienes hacen el mal es más grande que la de los que están del lado correcto.

Y no soy maniqueo, expreso el reflejo de lo que en las sociedades actuales pasa y que en muchos casos —como el nuestro en México— genera enojos y hartazgos que no pasan sólo de eso, no hay acciones contundentes de denuncia o exigencia de cumplimiento de un Estado de derecho, donde se rindan cuentas y se sancione a los que quebrantan las leyes y quiebran las instituciones.

En esas circunstancias están las entidades federativas de México, cientos de casos de municipios y estados endeudados hasta el cuello, lo mismo en Coahuila que en Chiapas, de norte a sur, deudas impagables trasladadas a futuros gobiernos durante generaciones, y lo peor del caso no esta ahí, sino que el dinero solicitado en préstamo no se ha ocupado para infraestructura o programas esenciales de desarrollo humano.

El caso más reciente lo vemos en Veracruz que, además de deudas millonarias, incumple los pagos desde hace meses a los proveedores ordinarios, algunos de los cuales han llegado a la quiebra.

Iniciativas legislativas van y vienen, ahora se discute en el Congreso una sobre responsabilidad financiera que pretende limitar las peticiones de deudas locales. Endeudarse no es malo, este mecanismo financiero fue creado para allegarse recursos que no se tienen para invertir en proyectos que hagan crecer o dar solidez al patrimonio; lo malo es no aplicar el recurso para lo que se pide y al no lograrlo, pretender con más deuda sanear los daños; es tergiversar una figura financiera que bien usada da buenos frutos; sobrendeudarse sin fin no funciona pues se mete dinero a un barril sin fondo.

 

@perezcuevasmx

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