Peña Nieto en la ONU
José Luis Camacho Acevedo
Durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Enrique Peña Nieto dio un discurso con motivo de la celebración de la Cumbre de Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres, en donde anunció que en México se instrumentarán tres medidas sustanciales que sirvan como eje rector de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Entre ellas se incluye promover una mayor corresponsabilidad entre mujeres y hombres para mejorar la distribución de la carga de trabajo en el hogar e intensificar las acciones para prevenir el embarazo en adolescentes y reducir la mortalidad materna.
Asimismo, se refirió a la reforma político electoral, que obliga a los partidos a que el 50 por ciento de las candidaturas para integrar los congresos federales y locales sean para mujeres.
En ese sentido, dijo que en la actualidad en la Cámara de Diputados se cuenta con un 42 por ciento de legisladoras del sexo femenino, cifra histórica para nuestro país.
El Presidente echó las campanas al vuelo y habló con cifras alegres y optimistas. Dijo que el desarrollo sostenido en México sólo podrá alcanzarse si las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres.
El discurso sonó emotivo, sin embargo, en la práctica vemos que en su partido, el PRI, son pocas las mujeres que en la actualidad cuentan con posibilidades reales para obtener una candidatura o acceder a un puesto de representación popular importante.
En las pasadas elecciones intermedias, se disputaron nueve gubernaturas, cuatro partidos políticos postularon a mujeres como candidatas: en el caso del PRI fue Ivonne Álvarez, en Baja California, y Claudia Pavlovich, en Sonora; el PAN, con Luisa María Calderón, en Michoacán, y Sonia Mendoza, en San Luis Potosí; el PRD con Beatriz Mojica en Guerrero; mientras que Morena fue en Campeche con Layda Sansores.
Solamente una mujer consiguió el cargo, la priista Claudia Pavlovich, actualmente la única gobernadora en funciones de México.
Pero veamos cómo pintan las siguientes:
Entre las féminas priistas que pudieran “hacer su luchita” tenemos a Diva Gastélum, senadora priista por Sinaloa, que cuenta con un buen número de simpatizantes, quienes incluso usan el lema de campaña: “Ya es hora, Diva gobernadora” y quien trabaja enjundiosamente en su estado para obtener más simpatías.
Otra figura importante es la senadora Juana Leticia Herrera Ale, senadora priiista por Durango, quien también cuenta con gran respaldo en su estado.
Carolina Viggiano, diputada priista hidalguense, es otra mujer que pudiera hacer ruido y obtener un puesto importante de representación popular, así como la titular de la Profeco, Lorena Martínez.
Estas figuras femeninas quizá darán la sorpresa en las próximas elecciones, pero nadie garantiza nada. Hablar de equidad de género y proclamar que con las reformas se conseguirá la igualdad entre hombres y mujeres me pareció un discurso un poco volado, pronunciado con muchas ganas de obtener fuertes aplausos en la sede de la ONU, pero nada más.
El ejemplo en el gabinete peñista es claro. Pocas son las mujeres que lo engalanan, y aunque talento femenino hay suficiente en México para poder acceder a puestos importantes de representación popular, la desigualdad sigue permeando.
Vamos a ver en lo real qué tanto les darán oportunidades a las mujeres en el futuro. Por ahora aún suena todo a pura palabrería.