Nueva grandeza mexicana
José Luis Camacho Acevedo
Cocula
Hace apenas unas semanas, los mexicanos contemplamos desconcertados la manera en que el gobierno federal prácticamente se rendía ante los resultados de la inspección ocular que realizó al basurero de Cocula el experto José Torero, de origen peruano, y en la que concluía que en ese lugar había rastros de vegetación que indicaban que “nunca hubo allí un incendio de gran magnitud”.
La verdad histórica contenida en el reporte de esos hechos por el entonces procurador Jesús Murillo Karam se derrumbaba estrepitosamente y la Procuraduría General de la República (PGR), o sea el gobierno, accedía a la realización de un nuevo peritaje.
Los peritos serían extranjeros y entre ellos se contaba con la presencia de José Torero.
Y hoy la PGR, apenas a una veintena de días del escarnio que hicieron los integrantes del grupo que, encabezados por Torero, visitó Cocula, presenta unas fotografías del basurero donde se observa que en el mes de julio el lugar mostraba claras evidencias de que efectivamente en el tiradero se había producido un “gran incendio”.
Si los estudiantes de Ayotzinapa fueron lamentablemente incinerados o no en el basurero es otro litigio.
Lo que queda claro es que ahora la mentira histórica parece estar rondando el informe de Torero y su grupo.
Mientras, la pista del quinto autobús y la liga del crimen masivo de normalistas con el narcotráfico sigue durmiendo el sueño de los justos.
Crimen organizado y políticos, ¿sólo en Colima?
La muerte tiene permiso (1955), sin duda uno de los cuentos mejor logrados por el gran escritor sonorense Edmundo Valadés refiere crudamente el abuso de la autoridad en contra de los ciudadanos:
“Queremos hablar por los de San Juan de las Manzanas, dice: Traemos una queja contra el Presidente Municipal. Y empieza a desgranar el rosario de agravios infringidos por el alcalde. Habla sin énfasis, como si estuviera arando la tierra. Habla de arbitrariedades sin cuento, de latrocinios, de usura, de la violación de unas muchachas, del asesinato de su propio hijo a manos de los sicarios del cacique: ‘me lo devolvieron difunto, con la cara destrozada’. Y Sacramento concluye: ‘Ya nos cansamos de estar a merced de tan mala autoridad. Y como nadie nos hace caso, queremos tomar aquí providencia. A ustedes que nos prometen ayudarnos, les pedimos su gracia para castigar al Presidente Municipal de San Juan de las Manzanas…”
Sicarios, abuso de autoridad, violaciones muertes violentas.
Tal parece que de 1955 en que Valadés escribió su célebre cuento a la fecha, solamente han cambiado algunos roles en el mundo de violencia en que está envuelto el país.
Ya los caciques son ahora líderes del crimen organizado y los políticos siguen cumpliendo su papel de comparsas de esos nuevos conditiori, actualizada versión de los señores de horca y cuchillo de principios del siglo pasado que ahora dominan vastas regiones de México.
Así como al hijo de Sacramento, el personaje de La muerte tiene permiso, lo masacraron los sicarios del cacique, en el año 2001 los medios dieron cuenta de lo ocurrido al hermano del fallecido exgobernador de Colima Gustavo Vázquez Montes.
“Ésta no es la única tragedia que sufre la familia Vázquez Montes. En el año 2001, siendo dirigente del Partido Revolucionario Institucional el exmandatario Gustavo Vázquez Montes, su hermano Luis Eduardo Vázquez Montes fue brutalmente asesinado; su desaparición ocurrió el 1 de mayo de ese mismo año y fue encontrado varios días después estrangulado y atado de pies y manos en la cajuela de su auto”.
Y después la tragedia se sigue cebando sobre la familia del exgobernador colimense.
“Fueron asesinadas, con arma blanca, la hermana y la sobrina del exgobernador de Colima Gustavo Vázquez Montes”.
Como se recordará, Gustavo Vázquez Montes murió cuando era gobernador de Colima, en un accidente aéreo junto con otros seis funcionarios más de su gabinete, el pasado 24 de febrero de 2005.
Hoy es Colima con el atentado sufrido por el exgobernador Fernando Moreno Peña.
Un político que hace unas semanas declaró a un medio de aquella entidad que los ataques del crimen organizado a políticos hacía presumir que ellos (los políticos) andaban metidos en negocios con los delincuentes.
¿Y ahora qué?
Deporte y narcotráfico
Cuando la empresa Gas Imperial de la familia Fuentes inició su explosivo crecimiento, en Ciudad Juárez se decía que no era casual la coincidencia de los apellidos entre Angélica Fuentes, la Reina del Gas, y Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos.
Hoy un tribunal del estado de Jalisco ha revocado los autos que Jorge Vergara, un vendedor de productos milagro que con ese engaño se ha convertido en multimillonario, denunció en contra de su exesposa Angélica Fuentes.
Con esa decisión judicial, la Reina del Gas, casi de inmediato, volverá a tomar nuevamente el mando del equipo de futbol Guadalajara, las populares Chivas, y con ello se integrará el pleno de la siniestra Federación Mexicana de Futbol.
Otro capítulo verdaderamente burlesco para la sociedad de la etapa de verdades y mentiras históricas que se viven actualmente en México.